Es muy habitual que las cohortes de trabajadores presenten una tasa de mortalidad total menor que la población general, incluso aunque se encuentren en situación de mayor riesgo de mortalidad por ciertas causas como consecuencia de las exposiciones en el lugar de trabajo. Este fenómeno, llamado efecto del trabajador sano, refleja el hecho de que el estado de salud de cualquier subgrupo de la población activa suele ser, en conjunto, mejor que el de la población general, ya que ésta incluye tanto a los trabajadores como a todo tipo de personas incapacitadas para el trabajo como consecuencia de enfermedades y discapacidades. La tasa global de mortalidad en la población general suele ser mayor que en la población activa. La magnitud de este efecto varía según la causa de mortalidad.
Por ejemplo, parece tener una menor importancia para el cáncer en general que para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. La razón de ello es que la mayoría de los cánceres no son probablemente la consecuencia de una predisposición que actúe como criterio para la selección de los trabajadores a una edad más joven. Este efecto del trabajador sano tiende a dismi- nuir con el tiempo en cualquier grupo de trabajadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario