lunes, 31 de enero de 2011

Ventajas y limitaciones del control biológico (I)

En relación con las sustancias que producen el efecto tóxico después de penetrar en el organismo humano, el control bioló- gico permite una evaluación más centrada y focalizada del riesgo para la salud que el control ambiental. Un parámetro biológico que refleje la dosis interna permite comprender los efectos adversos sistémicos un poco mejor que cualquier determinación ambiental.
El control biológico ofrece numerosas ventajas sobre el control ambiental y, en particular, permite la evaluación de:

• la exposición durante un período prolongado;
• la exposición como consecuencia de la movilidad del trabajador en el medio ambiente de trabajo;
• la absorción de una sustancia por varias vías, incluida la cutánea;
• la exposición global como consecuencia de diferentes fuentes de contaminación, tanto en el trabajo como fuera de él;
• la cantidad de sustancia absorbida por el sujeto dependiendo de factores distintos del grado de exposición, como son el esfuerzo físico requerido por el trabajo, la ventilación o el clima
• la cantidad de sustancia absorbida por el sujeto depe;ndiendo de factores individuales que pueden influir en la farmacocinética del agente tóxico en el organismo, como la edad, el sexo, las características genéticas o el estado funcional de los órganos en que la sustancia tóxica experimenta biotransformación y eliminación.

domingo, 30 de enero de 2011

Principales métodos de control

El control biológico de la exposición se basa en la determinación de indicadores de dosis interna mediante la medida de:

• la cantidad de sustancia química a la que está expuesto el trabajador en sangre u orina (raramente en leche, saliva o grasa);
• la cantidad de uno o más metabolitos de la sustancia química en los mismos líquidos corporales;
• la concentración de compuestos orgánicos volátiles (disolventes) en el aire alveolar;
• la dosis biológicamente eficaz de los compuestos que han formado aductos con el ADN o con otras grandes moléculas y que, por tanto, poseen un efecto genotóxico potencial;

Se comentan seguidamente los factores que afectan a la concentración de la sustancia química y de sus metabolitos en sangre y en orina.
En lo que se refiere a la concentración en el aire alveolar, además del nivel de exposición ambiental, los factores implicados más importantes son la solubilidad y el metabolismo de la sustancia inhalada, la ventilación alveolar, el gasto cardíaco y la duración de la exposición (Brugnone y cols. 1980).
La utilización de aductos de ADN y hemoglobina para el control de la exposición humana a sustancias con potencial cancerígeno es una técnica muy prometedora para la determinación de exposiciones de bajo nivel. (Es preciso señalar, no obstante, que no todas las sustancias químicas que se unen a macromoléculas del organismo humano son genotóxicas, es decir, potencialmente cancerígenas.) La formación de aductos sólo es un paso en el complejo proceso de la carcinogénesis. Otros acontecimientos celulares, como la promoción de la reparación del ADN y la progresión, modifican sin lugar a dudas el riesgo de desarrollo de enfermedades como el cáncer. Por tanto, en el momento actual, las determinaciones de aductos se deben considerar limitadas al control de la exposición a sustancias químicas. Esto se examina

con mayor detenimiento en el artículo “Sustancias químicas genotóxicas”, dentro de este mismo capítulo.
El control biológico de los efectos se realiza mediante la determinación de indicadores de efecto, es decir, aquéllos que pueden identificar alteraciones precoces y reversibles. Con este método se obtiene una estimación indirecta de la cantidad de sustancia química unida a los puntos de acción y se pueden evaluar las alteraciones funcionales en el órgano crítico en una fase precoz. Por desgracia, sólo cabe reseñar algunos ejemplos de aplicación de este método, a saber: (1) la inhibición de la pseudocoli- nesterasa por los insecticidas órganofosforados, (2) la inhibición de la -dehidratasa del ácido aminolevulínico (ALA-D) por el plomo inorgánico, y (3) el aumento de la excreción urinaria de ácido d-glucárico y de las porfirinas en los sujetos expuestos a sustancias químicas inductoras de enzimas microsomales y/o a agentes porfirogénicos (p. ej., hidrocarburos clorados).

sábado, 29 de enero de 2011

Objetivos del control biológico

El control biológico se puede dividir en: (a) control de la exposición y (b) control del efecto, para lo cual se utilizan, respectivamente, indicadores de dosis interna y de efecto.
El objetivo del control biológico de la exposición es la evaluación del riesgo para la salud mediante la valoración de la dosis interna, realizando un cálculo de la cantidad corporal biológicamente activa de la sustancia química en cuestión. Trata de garantizar, pues, que la exposición del trabajador no alcanza niveles que puedan desencadenar efectos adversos. Un efecto se denomina “adverso” si existe una alteración de la capacidad funcional, una disminución de la capacidad para compensar problemas adicionales, una disminución de la capacidad para mantener la homeostasis (un estado estable de equilibrio) o un aumento de la sensibilidad a otros factores ambientales. Dependiendo de la sustancia química y del parámetro biológico analizado, el término dosis interna puede tener diferentes significados (Bernard y Lauwerys 1987). En primer lugar, puede significar la cantidad de una sustancia química recientemente absorbida, por ejemplo, durante un solo turno de trabajo. A tal efecto, se puede determinar la concentración del contaminante en el aire alveolar o en la sangre durante el propio turno de trabajo o al día siguiente (las muestras de sangre o de aire alveolar se pueden tomar hasta 16 horas después de terminado el período de exposición). En segundo lugar, en caso de que la sustancia química tenga un semiperíodo biológico prolongado
—por ejemplo, metales en el torrente sanguíneo—, la dosis interna puede significar la cantidad absorbida durante un período de varios meses.
En tercer lugar, el término puede significar también la cantidad de sustancia química almacenada. En este caso repre- senta un indicador de acumulación que estima la concentración de la sustancia química en órganos o tejidos de los que, una vez depositado, se libera lentamente. Por ejemplo, las determina- ciones de DDT o de PCB en sangre pueden ofrecer esa estimación.
Por último, la dosis interna puede indicar la cantidad de sustancia química existente en el lugar donde ésta ejerce sus efectos, ofreciendo así información sobre la dosis biológica eficaz. En este sentido, una de sus utilidades más prometedoras e importantes es, por ejemplo, la determinación de aductos formados por sustancias químicas tóxicas con la proteína de la hemoglobina o con el ADN.
El control biológico de los efectos trata de identificar las alteraciones precoces y reversibles que aparecen en el órgano crítico y que, al mismo tiempo, permiten identificar a los sujetos con signos de efectos secundarios adversos. En este sentido, representa la principal herramienta para la vigilancia de la salud de los trabajadores.

viernes, 28 de enero de 2011

Lista de enfermedades profesionales propuesta por la OIT. (II)







2.1.3          Enfermedades broncopulmonares causadas por el
polvo de algodón, de lino, de cáñamo o de sisal
(bisinosis)
2.1.4          Asma profesional causada por agentes sensibili-
zantes o irritantes reconocidos como tales e inhe-
rentes al tipo de trabajo
2.1.5          Alveolitis alérgicas extrínsecas causadas por la inha-
lación de polvos orgánicos, según lo prescrito en la
legislación nacional
2.1.6          Siderosis
2.1.7          Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas
2.1.8          Enfermedades pulmonares debidas al aluminio
2.1.9          Trastornos de las vías respiratorias superiores
causados por agentes sensibilizantes o irritantes
reconocidos como tales e inherentes al tipo de
trabajo
2.1.10         Cualquier otra enfermedad de las vías respiratorias
no mencionada en los anteriores apartados 2.1.1 a
2.1.9 causada por un agente, siempre que se esta-
blezca una relación directa entre la exposición del
trabajador a este agente y la enfermedad sufrida

2.2          Enfermedades profesionales de la piel

2.2.1          Enfermedades de la piel no mencionadas anterior- mente causadas por agentes físicos, químicos o
biológicos
2.2.2          Vitíligo profesional

2.3          Enfermedades profesionales musculosqueléticas
2.3.1          Enfermedades musculosqueléticas causadas por
determinadas actividades o medios ambientales de
trabajo en que hay factores de riesgo específicos

He aquí algunos ejemplos de estas actividades o medios ambientales de trabajo:
(a) Movimientos rápidos o repetitivos
(b) Esfuerzos ímprobos


(c) Concentración excesiva de esfuerzos mecánicos
(d) Posturas forzadas o no naturales
(e) Vibraciones
El frío localizado o ambiental puede potenciar el
riesgo
2.3.2          Nistagmo del minero

3.        Cáncer profesional

3.1          Cáncer causado por los agentes siguientes:
3.1.1          Amianto
3.1.2          Bencidina y sus sales
3.1.3          Éter biclorometílico (EDCM)
3.1.4          Cromo y compuestos de cromo
3.1.5          Alquitranes de hulla y brea de alquitranes de hulla;
hollín
3.1.6          Betanaftilamina
3.1.7          Cloruro de vinilo
3.1.8          Benceno o sus homólogos tóxicos
3.1.9          Derivados nitrados y amínicos tóxicos del benceno y
sus homólogos
3.1.10         Radiaciones ionizantes
3.1.11         Alquitrán, brea, betún, aceites minerales, antraci-
neno y los compuestos, productos o residuos de estas sustancias
3.1.12         Emisiones de los hornos de coque
3.1.13         Compuestos del níquel
3.1.14         Polvo de madera

3.1.15         Cáncer causado por cualesquiera otros agentes no mencionados en los anteriores apartados 3.1.1 a
3.1.14, siempre que se establezca una relación directa entre el agente en cuestión y el cáncer
padecido.




En su informe, los expertos indicaron que la lista se debería actualizar periódicamente para facilitar la armonización de la prestaciones de la seguridad social en el ámbito internacional. En el documento se afirmaba
rotundamente que no existía ninguna razón ética o moral para recomendar en un país la adopción de niveles inferiores a los de otros países. Otros motivos que aconsejan la revisión frecuente de la lista son: (1) el fomento de la prevención de las enfermedades profesionales mediante el aumento de la sensibilización respecto a los riesgos inherentes al trabajo, (2) el estímulo de la lucha contra el uso de sustancias nocivas, y
(3) el mantenimiento de los trabajadores bajo supervisión médica. La prevención de las enfermedades profesionales sigue siendo un objetivo prioritario de todo sistema de seguridad social dirigido a la protección de
la salud de los trabajadores.

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