viernes, 30 de enero de 2015

Técnicas de comportamiento individual

Se han realizado pocos estudios de la capacidad de las personas que trabajan por turnos para combatir el estrés (Olsson y cols. 1987; Olsson y Kandolin 1990; Kandolin 1993; Spelten y cols. 1993). Las estrategias activas —consistentes, por ejemplo, en comentar los problemas con otras personas— parecen más idóneas para combatir el estrés que las pasivas, como el consumo de alcohol (Kandolin 1993). No obstante, se echan en falta estudios longitudinales en los que se examine la relación entre las técnicas de comportamiento o la estrategia de afrontamiento y estrés.

jueves, 29 de enero de 2015

Medidas de salud en el trabajo (II)

Además, Scott y LaDou (1990) mencionan algunas “contrain- dicaciones relativas” utilizables principalmente en el asesora- miento de los futuros empleados, como unos hábitos de sueño rígidos con acusada tendencia “matinal”. Deberían tenerse en cuenta la edad y el alcance de las responsabilidades familiares. Hermann (1982) propone un calendario para las explora- ciones médicas periódicas. La segunda de ellas se debe realizar dentro de los doce meses siguientes al inicio del trabajo nocturno; posteriormente, los menores de 25 años se deben someter a exploración cada dos años como mínimo; los trabaja- dores de entre 25 y 50 años de edad, cada cinco años; los de 50
a 60 años de edad, cada dos o tres años; y con una frecuencia anual o bienal los que cuenten más de 60 años.

miércoles, 28 de enero de 2015

Medidas de salud en el trabajo (I)

Algunos autores (por ejemplo, Rutenfranz y cols. 1985; Scott y LaDou 1990) recomiendan una exploración y supervisión médica del personal con anterioridad a su incorporación al trabajo por turnos. Se desaconseja el trabajo nocturno de los trabajadores que se encuentren en alguno de los casos siguientes:
• un historial de trastornos gastrointestinales, como úlcera péptica recurrente o síndrome de colon irritable, siempre que los síntomas sean graves;
• diabetes mellitus insulinodependiente;
• tirotoxicosis;
• enfermedad coronaria, en especial si existe angina inestable o antecedentes de infarto de miocardio;
• narcolepsia y otras afecciones que produzcan perturbaciones crónicas del sueño;
• epilepsia;
• trastornos psiquiátricos graves, especialmente depresión crónica;
• asma que precise medicación, en especial si el paciente depende de los esteroides;
• tuberculosis activa y extendida;
• alcoholismo o drogadicción,
• deficiencia acusada de la visión o hemeralopia (ceguera diurna)
demasiado grave para una corrección efectiva.

martes, 27 de enero de 2015

Alimentación

Aunque no existen pruebas de que la alimentación influya en la adaptación al trabajo nocturno (Rosa y cols. 1990), se han ofre- cido algunos consejos prudentes:
• Mientras se trabaje en el turno de noche, la comida principal debe hacerse antes de las 01:00 horas y ser más rica en proteínas que en carbohidratos, además de baja en grasas.
• Se recomienda tomar un refrigerio consistente en fruta fresca o productos lácteos entre las 04:00 y las 04:15 horas.
• Es mejor hacer las comidas a horarios regulares.
• Deben evitarse las comidas copiosas justo antes de irse a la cama. El trabajador debe aprender a interpretar las señales de su organismo y a juzgar su bienestar digestivo y sus niveles energéticos (Community Health Network 1984; Wedderburn 1991; Knauth y cols. 1991).

lunes, 26 de enero de 2015

Reducción de los problemas con el sueño (II)

El trabajador debe abstenerse de recurrir al alcohol para concitar el sueño, además de tomarse el tiempo preciso para relajarse al finalizar la jornada de trabajo (Community Health Network 1984; Monk 1984; Wedderburn 1991).
En los casos en que está en juego la seguridad, algunos autores recomiendan las “siestas reparadoras” durante el turno de noche para superar el nivel mínimo nocturno circadiano de atención (Andlauer y cols. 1982). Muchas empresas japonesas que trabajan ininterrumpidamente permiten estos descansos durante el turno de noche (Kogi 1981).

domingo, 25 de enero de 2015

ASPECTOS RELACIONADOS CON LA VALIDEZ DEL DISEÑO DEL ESTUDIO

La necesidad de la validez
La epidemiología tiene como finalidad facilitar información sobre las enfermedades que afectan a las poblaciones. En particular, puede utilizarse para obtener información sobre las causas profesionales de los problemas de salud. Esta información se deriva de los estudios realizados en grupos de personas que presentan una enfermedad, comparándolas con personas que no presentan dicha enfermedad. Otro enfoque consiste en analizar las enfer- medades que aparecen en personas sometidas a ciertas exposiciones en su trabajo y compararlas con las pautas de esas mismas enfermedades en las personas que no están sometidas a dichas exposiciones. De esta forma, se puede estimar el riesgo de enfermedad asociado a exposiciones específicas. Si se pretende que la información obtenida de este tipo de estudios pueda utilizarse para diseñar programas de prevención, identificar enfermedades profesionales e indemnizar debidamente a los trabajadores afec- tados por las exposiciones, estos estudios deben ser válidos.
La validez puede definirse como la capacidad de un estudio para reflejar la situación real. Un estudio válido es, por consi- guiente, aquel que mide correctamente la asociación (ya sea positiva, negativa o inexistente) entre una exposición y una enfermedad y que describe la dirección y la magnitud de un riesgo real. Se pueden distinguir dos tipos de validez: interna y externa. La validez interna es la capacidad de un estudio para reflejar lo que realmente les sucede a los participantes del estudio; la validez externa refleja lo que podría ocurrir en la población.
La validez hace referencia a la fiabilidad de la medición y no debe confundirse con la precisión de la medición, que es una función del tamaño del estudio y de la eficiencia del diseño del estudio.

sábado, 24 de enero de 2015

Encuestas descriptivas transversales

Las encuestas transversales suelen ser más útiles para fines prác- ticos y administrativos que científicos. Los principios epidemioló- gicos pueden aplicarse a las actividades sistemáticas de vigilancia en el contexto de la higiene industrial, entre ellas las siguientes:

• Observación de la morbilidad asociada a una profesión, un área de trabajo o determinadas exposiciones.
• Encuestas periódicas de los trabajadores expuestos a peligros profesionales conocidos.
• Exploración de los trabajadores que entran en contacto con nuevos peligros para la salud.
• Programas de control biológico.
• Encuestas sobre la exposición para identificar y cuantificar los peligros.
• Programas de exploración selectiva en diferentes grupos de trabajadores.
• Evaluación de la proporción de trabajadores que requieren controles preventivos o periódicos (p. ej., presión arterial, cardiopatía coronaria).

Es importante elegir unos indicadores que sean representa- tivos, válidos y específicos para todo tipo de encuestas. Al contrario que para el diagnóstico clínico, en una encuesta o en un programa de exploración selectiva sólo pueden realizarse un número reducido de pruebas y, por consiguiente, el valor predic- tivo de estas pruebas es importante. Los métodos poco sensibles no detectan la enfermedad de interés, mientras que los métodos muy sensibles producen demasiados resultados falsos positivos. Todas las actividades orientadas a la detección de casos (es decir, exploración selectiva) deben incluir también mecanismos para prestar asistencia a las personas que han dado resultados “posi- tivos”, tanto en términos de diagnóstico como de tratamiento. De lo contrario, el único resultado de estas actividades será la frustración, pudiendo el estudio causar más daños que beneficios.

viernes, 23 de enero de 2015

Diseños de estudios transversales

En un sentido científico, un diseño transversal es una sección transversal de la población del estudio, sin tener en cuenta ninguna consideración relacionada con el tiempo. Tanto la expo- sición como la morbilidad (prevalencia) se miden en el mismo punto en el tiempo.
Desde el punto de vista etiológico, este tipo de estudio presenta muchas limitaciones, en parte porque sólo hace refe- rencia a la prevalencia, y pasan por alto la incidencia. La preva- lencia es una medida compuesta que depende tanto de la incidencia como de la duración de la enfermedad. Esto deter- mina que los estudios transversales tengan que limitarse a enfer- medades de larga duración. Otro problema incluso más grave es el marcado sesgo negativo causado por la eliminación, por problemas de salud, de las personas más sensibles a los efectos de la exposición en el grupo de expuestos. Por ello, los problemas etiológicos se resuelven mejor con diseños longitudinales. De hecho, los estudios transversales no permiten extraer ninguna conclusión sobre si la exposición precede a la enfermedad o viceversa. El diseño transversal sólo tiene sentido etiológico si existe una relación en tiempo real entre la exposición y el resul- tado, lo que significa que la exposición tiene que tener efectos inmediatos. Sin embargo, la exposición puede medirse transver- salmente de manera que represente un período más largo en el pasado (p. ej., el nivel sanguíneo de plomo) y su efecto medirse en términos de prevalencia (p. ej., velocidades de conducción nerviosa). Este estudio sería, por tanto, una mezcla de diseño longitudinal y transversal, y no una simple sección transversal de la población del estudio.

jueves, 22 de enero de 2015

Muestreo de casos y controles dentro de una cohorte (estudios de casos y controles anidados en una cohorte)

Un estudio de cohortes puede diseñarse también para realizar el seguimiento de una muestra en lugar de la población completa. Este diseño se denomina estudio de casos y controles “anidados” en una cohorte. El método de muestreo dentro de la cohorte esta- blece diferentes criterios para la selección de la cohorte, porque en este caso las comparaciones se realizan dentro de la misma cohorte. Por consiguiente, la cohorte debe incluir, no sólo a los trabajadores sometidos a elevadas exposiciones, sino también a trabajadores sometidos a exposiciones menores e incluso a traba- jadores no expuestos, para conseguir contrastes de exposición dentro de la misma cohorte. Es importante que estos requisitos diferentes para la selección de la cohorte se tengan en cuenta a la hora de reclutar a sus miembros. Si se realiza un primer análisis de toda una cohorte a la que se le aplica como criterio de selección una exposición “elevada” y más adelante se realiza un estudio de casos y controles “anidado” en esa misma cohorte, la sensibilidad del estudio se reduce. El efecto se enmascara porque los contrastes de exposición son insuficientes “por diseño”, al no existir variabilidad en la exposición experimentada por los miem- bros de la cohorte.
Sin embargo, siempre que la cohorte presente una amplia variedad de situaciones de exposición, los estudios de casos y controles anidados en una cohorte resultan muy atractivos. Se reclutan todos los casos que aparecen en la cohorte durante el período de seguimiento para formar la serie de casos, pero sólo se obtiene una muestra de los demás miembros de la cohorte para formar la serie de controles. Seguidamente, los investigadores obtienen información detallada sobre la exposición, como en el diseño tradicional de casos y controles, entrevistando a los casos
y controles (o a sus familiares próximos), analizando los registros del personal de las empresas, construyendo matrices de puestos de trabajo y exposición, o combinando dos o más de estos métodos. Los controles pueden emparejarse con los casos o pueden tratarse como series independientes.
La estrategia del muestreo puede ser menos costosa que la recopilación exhaustiva de información sobre todos los miem- bros de la cohorte. En particular, al estudiarse sólo una muestra de los controles, pueden dedicarse más recursos a realizar una evaluación detallada y exacta de la exposición de todos los casos
y controles. Sin embargo, este tipo de diseño plantea los mismos problemas de potencia estadística que los estudios clásicos de cohortes. Para conseguir una potencia estadística adecuada, la cohorte debe incluir siempre un número “adecuado” de casos expuestos, dependiendo de la magnitud del riesgo que se intenta detectar.

miércoles, 21 de enero de 2015

Estudios de casos y controles (o de casos y referentes) (VII)

y, al no estar la unidad dentro de este intervalo, el resultado es estadísticamente significativo; es decir, existe una asociación esta- dísticamente significativa entre el cáncer nasal y la exposición al polvo de madera.
Los estudios de casos y controles son más eficientes que los estudios de cohortes cuando la enfermedad es poco frecuente; de hecho, pueden constituir la única alternativa posible. Sin embargo, también pueden utilizarse para estudiar enfermedades frecuentes. Si la exposición es poco frecuente, el mejor diseño epide- miológico o el único posible es el estudio de una cohorte basada en la exposición. Por supuesto, las exposiciones comunes también pueden estudiarse con diseños de cohortes. La elección entre diseños de cohortes o casos y controles cuando tanto la
exposición como la enfermedad son frecuentes suele depender de ciertas consideraciones relacionadas con la validez.
Al basarse los estudios de casos y controles en datos retrospectivos de la exposición, generalmente recurriendo a la memoria de los participantes, el punto débil de este diseño es la inexac- titud de la información sobre la exposición, cuyo resultado puede ser el enmascaramiento del efecto por una clasificación errónea (simétrica) no diferencial de la exposición. Además, algunas veces la memoria puede ser asimétrica entre los casos y controles, creyéndose en general que los casos recuerdan “mejor” (sesgo de memoria). La memoria selectiva puede introducir un sesgo de magnificación del efecto por la clasificación errónea (asimétrica) diferencial de la exposición. La ventaja de los estudios de casos y controles es su eficacia con relación al coste y su capacidad para resolver un problema con relativa rapidez. Gracias a las técnicas de muestreo, se pueden investigar pobla- ciones diana muy grandes (p. ej., a través de los registros nacio- nales del cáncer), aumentando así la potencia estadística del estudio. En países en los que la legislación sobre la protección de los datos o la ausencia de unos registros adecuados de pobla- ción y morbilidad no permite realizar estudios de cohortes, los estudios de casos y controles basados en los hospitales puede ser la única forma práctica de realizar una investigación epidemiológica.


martes, 20 de enero de 2015

Prestaciones en especie

Las prestaciones en especie son las de atención médica, servicios durante la convalecencia y rehabilitación médica y profesional.
La atención médica comprende la hospitalización, la medicación y el suministro, reparación y reemplazo de prótesis ortopédicas y terapéuticas. Por regla general, se presta en el grado exigido por la lesión y sus secuelas durante la vida del asegurado. Esta prestación se realiza, por cuenta del Instituto, por las cajas del seguro de enfermedad, aprobadas, que tienen el carácter de servicios médicos homologados. Los servicios de rehabilitación profesional, son realizados por el Instituto directamente o a través de otras instituciones.

lunes, 19 de enero de 2015

Tipos de prestaciones

Los asegurados tienen derecho a dos tipos de prestaciones, a tenor de las disposiciones de la Ley del seguro nacional, en caso de accidente de trabajo o enfermedad profesional.

domingo, 18 de enero de 2015

Cotizaciones de los trabajadores autónomos

El retraso en el pago de las cotizaciones al seguro enerva la admi- sibilidad del trabajador o reduce el tipo de cálculo de las prestaciones en metálico. Los trabajadores autónomos que no se encuentren dados de alta en el Instituto Nacional de Seguros al producirse la lesión no tienen derecho a percibir las prestaciones.

sábado, 17 de enero de 2015

Rehabilitación profesional

Para optar a la rehabilitación profesional se exige que la lesión haya producido al asegurado una incapacidad para realizar su trabajo y ocupar su puesto anterior, o realizar cualquier otro trabajo adecuado, exigiéndose igualmente que sea necesaria la rehabilitación y que el asegurado se encuentre en condiciones de recibirla.

viernes, 16 de enero de 2015

Pago de prestaciones (pensiones y subsidios) a las personas a cargo del asegurado

Para optar a una pensión, la viuda debe tener mas de 40 años de edad, ser incapaz de subvenir a sus necesidades o tener un hijo a su cargo; los viudos deben tener un hijo a su cargo. Definición del concepto de “hijos”: a los efectos de esta normativa, se entienden por hijos los menores de 18 años y, en ciertos casos, de 22 años.

jueves, 15 de enero de 2015

Seguros sociales y seguridad social (II)

En relación con las prestaciones monetarias de corta dura- ción, generalmente las incapacidades y muertes producidas en el empleo pueden ser tratadas de la misma manera que las que son consecuencia de otras causas, pero en muchas jurisdicciones hay una prestación adicional o una tasa más alta de prestación cuando la incapacidad es consecuencia del empleo. Así ocurre con las incapacidades permanentes y a veces también con los casos de muerte. La explicación histórica frecuente es que el régimen general de seguros sociales sustituyó a un régimen anterior de indemnización por accidentes de trabajo. Esta estructura puede además servir para cumplir los convenios de la OIT. Algunos regímenes incluyen prestaciones especiales o niveles especiales de prestaciones para los que desempeñan determinadas ocupaciones.
La cobertura de los regímenes generales de seguros sociales suele ser universal, es decir, acoge a todos los que viven o trabajan en el país, aun cuando suelen darse algunas excep- ciones con respecto a los nacionales de otros países.
A la financiación del régimen suelen contribuir obligatoria- mente los trabajadores y las empresas en relación con sus empleados. La contribución puede consistir en una cuota fija
(sistema general si las prestaciones fijas) o guardar relación con las ganancias (sistema general si las prestaciones guardan rela- ción con las ganancias). Suele exigirse un período de carencia para poder acceder a las prestaciones, período que puede ser también pertinente para el nivel de prestaciones. Cuando se pagan prestaciones adicionales o más altas por incapacidades o muertes que son consecuencia del empleo, los correspondientes costes suelen ser a cargo de las cotizaciones de las empresas. Cuando las cotizaciones y las prestaciones guardan relación con las ganancias, suele haber un tope para ambas. Así, la cobertura del seguro sólo suele aplicarse a rentas de niveles bajos, que son las que suelen soportar total o parcialmente los costes del régimen. Las prestaciones del régimen general de seguros sociales suelen situarse a niveles más bajos que en los regímenes de indemnización por accidentes de trabajo. No obstante, existen muchas veces complementos varios, por ejemplo, complementos para personas a cargo.


miércoles, 14 de enero de 2015

Seguros sociales y seguridad social (I)

La expresión “seguros sociales” se refiere usualmente a un régimen de seguros, administrado por el gobierno, con cobertura obligatoria y cotizaciones que han de pagar las empresas, los trabajadores o ambos, aun cuando puede haber asimismo una aportación de los ingresos públicos generales. Este régimen normalmente cubre a los trabajadores asalariados, aun cuando también pueden acogerse los trabajadores por cuenta propia, al menos hasta cierto punto. El régimen puede ser específico; por ejemplo, un régimen de indemnizaciones por accidentes de trabajo puede ser de seguros sociales; o puede ser general, con prestaciones que se pagan en caso de desempleo, enfermedad, incapacidad, embarazo, jubilación y fallecimiento. De estos regí- menes generales de seguros sociales es de los que nos ocupamos en este epígrafe. Las prestaciones pueden ser lineales o relacio- nadas con las ganancias. Pueden estar excluidas de la cobertura determinadas industrias o categorías de asalariados, pero las exclusiones suelen ser menos amplias que las de un régimen de indemnización por accidentes de trabajo.
La expresión “seguridad social” tiene varios significados. En su sentido más estricto, suele referirse a un régimen de presta- ciones pagadas por el Gobierno con los ingresos públicos generales a personas que pueden optar a ellas por motivo de incapacidad, vejez, desempleo o algún otro. Normalmente se conceden previa comprobación de medios disponibles. El régimen suele acoger a todas las personas residentes habituales de la jurisdicción. Las prestaciones suelen ser lineales, aunque puede haber variantes en relación con las personas a cargo. La expresión “seguridad social” se utiliza también corrientemente en un sentido mucho más amplio, que incluye estas prestaciones más los seguros sociales, la asistencia médica y los servicios sociales. En este capítulo la utilizaremos en su sentido estricto, es decir referida a las prestaciones monetarias distintas de las de los seguros sociales.
Muchos países no cuentan con un régimen separado de indemnización por accidentes de trabajo. La incapacidad y muerte que resulten del empleo son cubiertas por el régimen general de la seguridad social o de seguros sociales, que incluyen la incapacidad y el fallecimiento por otras causas. La ayuda médica por incapacidades resultantes del empleo se presta usual- mente en estos países dentro del mismo régimen público de asis- tencia médica que se aplica a incapacidades derivadas de otras causas. En algunas jurisdicciones se prestan a veces otros tipos o niveles de asistencia médica cuando la incapacidad es conse- cuencia del empleo, y ciertos servicios o tratamientos pueden ser gratuitos cuando suponen un coste derivado de incapacidades no producidas en el empleo.

martes, 13 de enero de 2015

Reclamaciones contra terceros

Este epígrafe se refiere a reclamaciones civiles presentadas por un trabajador incapacitado contra las personas, distintas de la empresa, que supuestamente han sido causa de incapacidad. En algunas jurisdicciones la legislación sobre indemnización por accidentes de trabajo prohíbe estas reclamaciones. Cuando no están prohibidas, algunas jurisdicciones permiten al trabajador la presentación de la reclamación, pero el demandado tiene derecho
a que se reduzcan los daños por la suma que ha recibido o reci- birá el beneficiario dentro del régimen de indemnización por accidentes de trabajo.
Otras jurisdicciones permiten que el asegurador (la autoridad de indemnización, la compañía de seguros o la empresa, según proceda) se subrogue en el derecho a presentar la reclamación contra el tercero. Este procedimiento recibe el nombre de “subrogación”. En algunas jurisdicciones el derecho de subroga- ción es total. El asegurador se hace cargo de toda la reclama- ción, pero si se recupera una cantidad por encima de la indemnización que se ha pagado o que se ha de pagar, el asegurador debe dar cuenta del exceso al trabajador. En otras jurisdic- ciones la subrogación es parcial. Por ejemplo, la legislación puede disponer que el asegurador pueda presentar la reclama- ción por la suma que se paga o ha de pagarse por la indemniza- ción, mientras que el trabajador puede presentar la reclamación por el exceso. O puede disponer que el asegurador presente la reclamación de pérdidas monetarias mientras que el trabajador reclame las pérdidas no monetarias.


lunes, 12 de enero de 2015

Salud y seguridad (II)

En algunas jurisdicciones, el organismo encargado de la indemnización por accidentes de trabajo tiene también poderes reguladores públicos en relación con la salud y seguridad en el trabajo. En ellas, el régimen de indemnización por accidentes de trabajo puede utilizarse, y a veces se utiliza, ampliamente en auxilio de la sanidad y seguridad en el trabajo. Este uso puede incluir la aportación de información sobre salud y seguridad procedente de archivos de inspecciones o de otras fuentes, la aportación de recursos técnicos y profesionales y la prestación de servicios de apoyo. Con gran diferencia, el aspecto más valioso es el uso del ajuste de las primas de indemnización como sanción para imponer el cumplimiento de las disposiciones sobre sanidad y seguridad en el trabajo. La prima a pagar por una empresa puede incrementarse según la situación de riesgo observada en una inspección (no según los datos de archivo). Esta es la única sanción adecuada utilizable para hacer cumplir la normativa sobre salud y seguridad en la mayoría las situaciones en las que son inadecuadas las sanciones penales (p. ej., la permanencia de niveles elevados de contaminación tóxica).
El sistema de indemnizaciones puede utilizarse también de otras maneras para sancionar el incumplimiento de la normativa sobre salud y seguridad en el trabajo. Por ejemplo, cuando de un incumplimiento grave de la normativa de la empresa, o de cual- quier otra negligencia grave, ha resultado una incapacidad, se impone a la empresa el pago de todo o parte del coste de la reclamación. Por tanto, aunque la culpabilidad de la empresa es irrelevante como regla general en las indemnizaciones por acci- dentes de trabajo, en algunas jurisdicciones puede invocarse excepcionalmente en casos extremos como sanción por la

violación de la normativa sobre salud y seguridad. La variación de las primas mediante el uso de auditorías de sanidad y segu- ridad no tiene grandes posibilidades, pero puede hacerse en ciertas circunstancias.

domingo, 11 de enero de 2015

Salud y seguridad (I)

En los regímenes gestionados por compañías de seguros, el papel a representar por el asegurador, si es que tiene alguno, varía según las jurisdicciones y empresas en relación con la salud y seguridad en el trabajo. A veces, el asegurador no juega papel alguno o éste es insignificante. A veces, realiza una encuesta de riesgos, pero limitada a una gama establecida de epígrafes. Otras veces realiza una encuesta más profesional y sofisticada de riesgos. Así suele hacerse en ciertas industrias en las que el asegurador puede asumir otros tipos de cobertura además de la indem- nización por accidentes de trabajo. Cuando se realizan encuestas, pueden repetirse posteriormente, o pueden servir sólo para la fijación inicial de las primas, utilizando el asegurador la expe- riencia en costes de reclamaciones para ajustes posteriores de las primas.
Cuando la indemnización por accidentes de trabajo funciona dentro de un régimen de seguros sociales, la posición más común es que ese régimen apoye al organismo público que tiene la jurisdicción reguladora en relación con la salud y seguridad en el trabajo. Este apoyo suele consistir en el suministro de infor- mación estadística y en la distribución de información sobre sanidad y seguridad entre las empresas, sindicatos y trabaja- dores. El régimen de indemnización por accidentes de trabajo puede prestar otros servicios de sanidad y seguridad directa- mente a las empresas, por ejemplo, asesoramiento técnico, o puede financiar la prestación de servicios por asociaciones industriales (aun cuando se discuten los méritos de este procedi- miento).

sábado, 10 de enero de 2015

Redes internacionales (II)

Las siguientes son algunas de las reivindicaciones constantes de las organizaciones voluntarias y los grupos comunitarios:

• un código de ética para las empresas multinacionales;
• sanciones más severas para los daños producidos por las empresas;
• participación de los trabajadores en la prestación de servicios de salud laboral;
• reconocimiento de nuevas enfermedades profesionales, por ejemplo, para la percepción de indemnizaciones;
• prohibición del uso de pesticidas, amianto, fibras minerales
artificiales, resinas epoxídicas y disolventes.

El sector voluntario está presente en la salud y seguridad en el trabajo debido al elevado coste del mantenimiento de un medio ambiente de trabajo saludable y de la oferta de unos servicios y una indemnización adecuados a las víctimas de unas condi- ciones de trabajo deficientes. Incluso los sistemas que ofrecen una cobertura más amplia, como los existentes en Escandinavia, adolecen de deficiencias que el voluntariado procura subsanar. Las crecientes presiones en favor de la desregulación de las materias de salud y seguridad que se ejercen en los países de larga tradición industrial en respuesta a la presión competitiva de los productores multinacionales ha originado una nueva reivindicación en favor del mantenimiento de unos niveles elevados de protección y de armonización al alza de las medidas incorporadas en las distintas legislaciones nacionales.
A pesar de que, indiscutiblemente, participan de forma signifi- cativa en las iniciativas legislativas y de regulación, estas organi- zaciones experimentan una justificada impaciencia por el tiempo que sus propuestas tardan en aceptarse. Su importancia seguirá creciendo allí donde los trabajadores sientan que los servicios oficiales no satisfacen sus necesidades.

viernes, 9 de enero de 2015

Redes internacionales (I)

La rápida mundialización de la economía ha inducido a los sindi- catos a conferir mayor importancia a las secretarías sectoriales internacionales, a constituir organizaciones sindicales de ámbito regional, como la Organización para la Unidad de los Sindicatos Africanos, y a promover reuniones de los trabajadores de deter- minados sectores. Estas organizaciones suelen asumir los problemas de salud y seguridad, como se refleja en la Carta de Salud y Seguridad en el Trabajo promulgada por la mencionada Organización para la Unidad de los Sindicatos Africanos. En el sector voluntario, se han establecido vínculos formales entre los grupos interesados en la actividad de determinadas empresas multinacionales (con el objeto de contrastar, bien las normas de seguridad y el comportamiento en materia de salud y seguridad de las empresas estudiadas en varias partes del mundo, bien los antecedentes en materia de salud y seguridad de diversos sectores, como la producción de cacao o la fabricación de neumá- ticos), que han creado redes en las principales áreas de libre comercio: TLC, UE, MERCOSUR y Asia Oriental. Estas redes internacionales persiguen la armonización de las normas de protección de los trabajadores, el reconocimiento e indemnización de las lesiones y enfermedades profesionales, y la participa- ción de los trabajadores en los sistemas de salud y seguridad en el trabajo. Una reivindicación permanente de estos grupos es la armonización de la normativa según los criterios más avanzados. Muchas de estas redes internacionales se han desarrollado en un contexto político distinto del que albergó a las organizaciones nacidas en el decenio de 1970 y enfocan de modo diferente la asociación entre el medio ambiente de trabajo y el entorno externo al lugar de trabajo. Estas redes propugnan unos niveles superiores de protección del medio ambiente y promueven la asociación de los trabajadores de algunas empresas con las personas afectadas por la actividad de aquéllas: consumidores, poblaciones indígenas asentadas en la proximidad de las explota- ciones mineras y otros residentes. El clamor internacional susci- tado por el desastre de Bhopal se ha encauzado a través del Tribunal Popular Permanente para los Peligros de Origen Indus- trial y los Derechos Humanos, que ha formulado diversas exigen- cias de que se regule la actividad de las empresas multinacionales. Existen varios criterios para evaluar la eficacia de las organi- zaciones voluntarias: desde la perspectiva de los servicios que prestan a los trabajadores y grupos de trabajadores o como función de su capacidad para impulsar la modificación de los métodos de trabajo y de la legislación. La formulación de polí- ticas es un proceso múltiple, por lo que las propuestas raras veces dimanan de una sola persona u organización. No obstante, el sector voluntario ha mostrado una gran constancia en la defensa de unas reivindicaciones que se han considerado irreali- zables hasta que se han convertido en aceptables.

jueves, 8 de enero de 2015

Publicaciones

Muchos grupos del sector voluntario editan diversas publica- ciones, las más importantes de las cuales imprimen hasta veinte números anuales que alcanzan tiradas de millares de ejemplares y gozan de amplia difusión, no sólo entre los grupos de trabaja- dores a los que están dirigidas, sino también en medios oficiales y sindicales. Estas publicaciones (como el boletín Hazards, en el Reino Unido, y Arbeit und Ökologie —Trabajo y ecología— en Alemania) constituyen unas redes eficaces de comunicación en sus respectivos países. Si bien la escala de prioridades que estas publicaciones propugnan suele reflejar, en un principio, sus dife- rencias culturales con otras organizaciones, los sindicatos y partidos políticos asumen frecuentemente sus planteamientos. El endurecimiento de las sanciones aplicables a los infractores de la normativa legal de salud y seguridad con resultados de lesiones o de muerte de trabajadores es una constante de la línea editorial de estas publicaciones.

miércoles, 7 de enero de 2015

Investigación

Los progresos científicos de los decenios de 1960 y 1970 han impulsado la experimentación con nuevos métodos de investiga- ción denominados de investigación activa, investigación partici- pativa o epidemiología informal. La concreción de las necesidades de investigación de los trabajadores y sus sindicatos ha posibilitado que un número de centros se especialicen en realizar investigaciones para aquéllos. Algunos de los centros más antiguos son la red de Centros Científicos de los Países Bajos, DIESAT, el centro de medios de salud y seguridad de los sindi- catos brasileños, SPRIA (Society for Participatory Research in Asia) en India y la red de centros de la República de Sudáfrica. Las investigaciones realizadas por estas instituciones marcan la pauta de la incorporación de las aspiraciones de los trabajadores en el ámbito de la salud y sus peligros a la corriente dominante de la medicina del trabajo.

martes, 6 de enero de 2015

Servicios de salud laboral

Algunos de los esfuerzos más notables del voluntariado se han centrado en la mejora de la calidad de los servicios de salud laboral. Las organizaciones integradas por personal médico y por especialistas técnicos y trabajadores han demostrado la necesidad de tales servicios y han puesto en práctica nuevos métodos de prestación de asistencia sanitaria en el trabajo. Los servicios sectoriales de salud laboral que se han creado en Dinamarca a lo largo de los últimos 15 años han recibido el apoyo decidido de la AAA, en especial por lo que respecta a la participación de los representantes de los trabajadores en la gestión de los servicios. Otros ejemplos de esta tendencia son el desarrollo de los servicios de asistencia sanitaria primaria en el Reino Unido, así como la creación, en Australia, de servicios específicamente destinados a los pacientes con trastornos en los miembros superiores relacionados con el trabajo, de resultas de la experiencia acumulada por los centros de medicina del trabajo.

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