En ocasiones, en los informes médicos sobre los trabajadores discapacitados se echa en falta una descripción objetiva de la deficiencia advertida y de las limitaciones médicas. Con frecuencia, las empresas se sienten rehenes de los diagnósticos del médico encargado del tratamiento, en especial si las razones que han inducido a éste a establecer restricciones a la prestación laboral del trabajador no aparecen documentadas con análisis médicos objetivos y pruebas cuantificables. No cabe duda de que están en su derecho a solicitar pruebas médicas y evaluaciones de la capa- cidad física de fuentes independientes cuando se trata de valorar reclamaciones por discapacidad discutibles. En este sistema, a ellas les corresponde seleccionar fuentes objetivas y cualificadas de evaluación médica y rehabilitación en el ámbito comunitario.
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