sábado, 29 de enero de 2011

Objetivos del control biológico

El control biológico se puede dividir en: (a) control de la exposición y (b) control del efecto, para lo cual se utilizan, respectivamente, indicadores de dosis interna y de efecto.
El objetivo del control biológico de la exposición es la evaluación del riesgo para la salud mediante la valoración de la dosis interna, realizando un cálculo de la cantidad corporal biológicamente activa de la sustancia química en cuestión. Trata de garantizar, pues, que la exposición del trabajador no alcanza niveles que puedan desencadenar efectos adversos. Un efecto se denomina “adverso” si existe una alteración de la capacidad funcional, una disminución de la capacidad para compensar problemas adicionales, una disminución de la capacidad para mantener la homeostasis (un estado estable de equilibrio) o un aumento de la sensibilidad a otros factores ambientales. Dependiendo de la sustancia química y del parámetro biológico analizado, el término dosis interna puede tener diferentes significados (Bernard y Lauwerys 1987). En primer lugar, puede significar la cantidad de una sustancia química recientemente absorbida, por ejemplo, durante un solo turno de trabajo. A tal efecto, se puede determinar la concentración del contaminante en el aire alveolar o en la sangre durante el propio turno de trabajo o al día siguiente (las muestras de sangre o de aire alveolar se pueden tomar hasta 16 horas después de terminado el período de exposición). En segundo lugar, en caso de que la sustancia química tenga un semiperíodo biológico prolongado
—por ejemplo, metales en el torrente sanguíneo—, la dosis interna puede significar la cantidad absorbida durante un período de varios meses.
En tercer lugar, el término puede significar también la cantidad de sustancia química almacenada. En este caso repre- senta un indicador de acumulación que estima la concentración de la sustancia química en órganos o tejidos de los que, una vez depositado, se libera lentamente. Por ejemplo, las determina- ciones de DDT o de PCB en sangre pueden ofrecer esa estimación.
Por último, la dosis interna puede indicar la cantidad de sustancia química existente en el lugar donde ésta ejerce sus efectos, ofreciendo así información sobre la dosis biológica eficaz. En este sentido, una de sus utilidades más prometedoras e importantes es, por ejemplo, la determinación de aductos formados por sustancias químicas tóxicas con la proteína de la hemoglobina o con el ADN.
El control biológico de los efectos trata de identificar las alteraciones precoces y reversibles que aparecen en el órgano crítico y que, al mismo tiempo, permiten identificar a los sujetos con signos de efectos secundarios adversos. En este sentido, representa la principal herramienta para la vigilancia de la salud de los trabajadores.

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