martes, 17 de julio de 2012

Prevención de lesiones infantiles

El trabajo infantil no se limita a los países en desarrollo. La siguiente relación de precauciones está basada en los consejos propuestos por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos.
Los riesgos de lesión y enfermedad relacionadas con el trabajo tanto en el caso de los niños, como en el de los trabaja- dores de todas las edades, pueden reducirse mediante el cumplimiento de precauciones rutinarias como las siguientes: respeto de las prácticas de trabajo doméstico prescritas; formación y segui- miento de los procedimientos de trabajo seguros; utilización de calzado, guantes y ropa de protección adecuados, así como mantenimiento y utilización de los equipos de seguridad. Además, a los trabajadores menores de 18 años no se les debe exigir que levanten pesos de más de 7 kg más de una vez por minuto ni, en ningún caso, objetos de más de 14 kg; las tareas que requieran un levantamiento de cargas continuo no deben durar más de dos horas. Los menores de 18 años no deben realizar actividades que obliguen a utilizar habitualmente equipos de protección respiratoria para prevenir la inhalación de sustan- cias peligrosas.
Las empresas deben conocer y cumplir la legislación sobre trabajo infantil. Los asesores escolares y los médicos que firmen permisos de trabajo para niños, han de conocer también dicha legislación y asegurarse de que el trabajo que aprueban no implica la realización de actividades prohibidas.
La mayoría de los niños que comienzan a trabajar antes de los
18 años acceden al lugar de trabajo con una experiencia laboral previa mínima. Los países industriales avanzados no están exentos de los peligros que generan estas situaciones. Por ejemplo, en el verano de 1992 en Estados Unidos, más de la mitad (54 %) de las personas con edades comprendidas entre los
14 y los 16 años, que fueron tratadas en urgencias por lesiones relacionadas con el trabajo, declararon que no habían recibido ningún tipo de formación para prevenir las lesiones que habían sufrido, y sólo en un 20 % de los casos un supervisor se encon- traba presente en el momento de producirse la lesión. Las diferen- cias de madurez y nivel de desarrollo en cuanto al modo de aprendizaje, capacidad de juicio y comportamiento deben tenerse en cuenta al impartir formación a los jóvenes en materia de salud y seguridad en el trabajo.

Centros de Control y Prevención de Enfermedades, 1996

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