Incluso cuando las historias laborales están informatizadas, el establecimiento de vínculos retrospectivos entre los datos sobre la exposición y los trabajadores puede ser una tarea difícil. Con toda seguridad, las condiciones del lugar de trabajo habrán cambiado a medida que haya cambiado la tecnología, la demanda de productos y la legislación. En muchas industrias pueden producirse también cambios en las formulaciones de los productos y en las pautas estacionales de producción. Aunque es posible que se mantengan registros permanentes de algunos de estos cambios, es menos probable que se conserven registros sobre los cambios estacionales y otros cambios marginales en los procesos y la producción. Por otra parte, los trabajadores pueden haber recibido formación para realizar trabajos múltiples y rotar entre distintos puestos de trabajo en función de la demanda de productos. Todas estas circunstancias aumentan la complejidad de los perfiles de exposición de los trabajadores. No obstante, existen también lugares de trabajo que han permanecido relativamente invariables durante muchos años. En el análisis final, cada lugar de trabajo debe evaluarse considerando sus circunstancias particulares.
En última instancia, tendrá que resumirse la historia de las exposiciones de cada trabajador a lo largo de toda su vida laboral. Se ha demostrado que la manera de resumir dichas historias tiene una influencia considerable en las medidas finales del riesgo de exposición-efecto (Suárez-Almazor y cols 1992), razón por la cual debe seleccionarse con gran precaución la medida más adecuada para resumir la exposición.
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