Uno de los enfoques más prácticos y utilizados para la evaluación de la exposición consiste en estimar indirectamente las exposi- ciones basándose en la descripción de los puestos de trabajo. Las matrices de empleo-exposición pueden ser muy útiles cuando se dispone de historias laborales completas y existe una constancia razonable tanto en las tareas como en las exposiciones asociadas a los puestos de trabajo investigados. A mayor escala, se han establecido grupos estándar de sectores industriales y puestos de trabajo partiendo de los datos del censo recogidos de forma rutinaria o de los datos profesionales recogidos en los certificados de defunción. Lamentablemente, la información que se mantiene en estos grandes sistemas de registro suele limitarse a la profesión
“actual” o “habitual”. Además, estos grupos estándar no tienen en cuenta las condiciones presentes en lugares de trabajo especí- ficos, razón por la cual tienen casi siempre que considerarse estimadores aproximados de la exposición.
Por lo que respecta a los estudios de casos y controles que se realizan fuera del lugar de trabajo utilizando los registros exis- tentes, puede conseguirse una evaluación detallada de la exposición recurriendo a la opinión de expertos para convertir los datos de las historias laborales obtenidos mediante encuestas personales en evaluaciones semicuantitativas de las exposiciones probables a agentes concretos (Siemiatycki y cols. 1986). Para la evaluación de la exposición, puede solicitarse la ayuda de expertos como químicos e higienistas industriales, por sus cono- cimientos y su familiaridad con los distintos procesos indus- triales. Combinando los datos detallados del cuestionario con los conocimientos sobre los procesos industriales, este enfoque ha permitido caracterizar diferencias de exposición en los lugares de trabajo.
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