Hay una correlación razonable entre la actividad hemática de ACHE y los signos clínicos de toxicidad aguda (Tabla 27.9). La correlación tiende a ser mejor cuando la tasa de inhibición es más rápida. Cuando la inhibición es lenta, como ocurre en casos de exposición crónica a bajas concentraciones, la correlación con la enfermedad puede ser baja o nula. Hay que señalar que la inhibición de la ACHE hemática no predice efectos crónicos o retardados.
Se han observado variaciones de las actividades de ACHE y PCHE en sujetos sanos y en condiciones fisiopatológicas deter- minadas (Tabla 27.10). Por tanto, la sensibilidad de estas pruebas como medio de control de la exposición a OP puede elevarse adoptando como referencia valores individuales previos
a la exposición; a continuación se comparan las actividades de la colinesterasa después de la exposición con los valores basales individuales. Los valores de referencia de actividad de la colines- terasa en la población deben usarse sólo cuando no se conocen los niveles de la enzima previos a la exposición (Tabla 27.11).
A ser posible, las muestras de sangre se tomarán en el curso de las dos horas siguientes a la exposición; es preferible la venipun- ción a la extracción de sangre capilar del dedo o el lóbulo de la oreja, porque el punto de muestreo podría estar contaminado por restos de pesticida acumulados en la piel de los sujetos expuestos. Es recomendable tomar tres muestras secuenciales para establecer un valor basal normal para cada trabajador antes de la exposición (OMS 1982b).
Se conocen varios métodos analíticos para determinar los valores hemáticos de ACHE y PCHE. Según la OMS, el método espectrofotométrico de Ellman (Ellman y cols. 1961) debe utili- zarse como método de referencia.
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