Muchos de los niños que trabajan son esclavos. Es decir, la empresa ejerce un derecho de propiedad temporal o permanente sobre los niños, convertidos en “mercancías” que pueden arren- darse o intercambiarse. Tradicionalmente en el sur de Asia, la franja subsahariana de Africa oriental y, de forma más reciente, en varios países sudamericanos, la esclavitud infantil parece desarrollarse en todo el mundo. A pesar de su ilegalidad en la mayoría de los países en que existe y de la ratificación generalizada de los convenios internacionales que la prohíben, la OIT ha estimado (no se dispone de datos exactos) que hay unos diez millones de niños esclavos en el mundo (OIT 1995). Un gran número de ellos trabajan en la agricultura, el servicio doméstico, la industria del sexo, la fabricación de alfombras, el sector textil, la explotación de canteras y la producción de ladrillos.
De acuerdo con el informe de un Comité de Expertos de la OIT (OIT 1990), se cree que más de 30 millones de niños se encuentran en condiciones de esclavitud en varios países. En el informe se citan, entre otros, India, Ghana, Gaza, Pakistán, Fili- pinas, República Dominicana, Haití, Brasil, Perú, Mauritania, Sudáfrica y Tailandia. Más de 10 millones de estos niños esclavos se concentran en India y Pakistán. Los lugares habi- tuales de empleo son pequeños talleres y plantaciones en las que imperan los trabajos forzados. En el sector informal pueden ser empleados en el tejido de alfombras, las fábricas de cerillas y de cristal, la producción de ladrillos, la limpieza de pescado, la minería y la explotación de canteras. Asimismo, se les utiliza en el servicio doméstico, la prostitución y el tráfico de drogas.
La esclavitud infantil predomina en los sistemas sociales basados en la explotación de la pobreza. Las familias venden a sus hijos al contado o los ceden como esclavos para saldar deudas, obtener recursos para sobrevivir o cumplir obligaciones sociales o religiosas. En muchos casos, el pago se considera un anticipo respecto a los salarios que se prevé que reciban los niños esclavos durante su contrato de aprendizaje. Las guerras y las migraciones forzadas de grandes masas de población, que alteran la estructura familiar normal, llevan a muchos niños y adolescentes a la esclavitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario