No obstante, tal esquema no ha funcionado excesivamente bien en el campo de las enfermedades profesionales. En estos casos, la relación entre los peligros existentes en el lugar de trabajo y la enfermedad del trabajador suele ser mucho más sutil y compleja, debido tanto al período, a menudo largo, de latencia entre la exposición y los primeros síntomas como a los efectos contradictorios de factores tales como el estilo de vida y los hábitos del trabajador (por ejemplo, el consumo de tabaco), y el desarrollo simultáneo de enfermedades no relacionadas con el trabajo. (Por lo demás, estas últimas pueden verse propiciadas, agravadas e incluso precipitadas por determinadas exposiciones en el lugar de trabajo que, en ciertos casos, justifican su cobertura por parte de los sistemas de indemnización por accidentes de trabajo).
El presente artículo se centra, inicialmente, en la validez de dos hipótesis vinculadas entre sí:
1. Los sistemas de indemnización por accidentes de trabajo pueden desarrollar programas de prevención basados en evaluaciones del riesgo presente en los lugares de trabajo, a partir del análisis de los datos generados por los accidentes y lesiones por los que se ha abonado una indemnización.
2. Los sistemas de indemnización por accidentes de trabajo pueden ofrecer importantes incentivos financieros (por ejemplo, bonificaciones en las primas o sistemas bonus malus) para inducir a las empresas a implantar sistemas de preven- ción eficaces (Burger 1989).
No hay comentarios:
Publicar un comentario