1. La información se envía al editor o al corrector, que evaluará su validez para ser publicada.
2. La publicación de un documento es un factor importante de su utilidad y accesibilidad general, sencillamente porque los materiales no publicados son difíciles de localizar.
3. Los documentos publicados pueden ser utilizados directamente por un profesional de la seguridad o dirigirse a un usuario no profesional, como el trabajador en su lugar de trabajo (por ejemplo, fichas de datos sobre seguridad química). Posteriormente el documento puede enviarse a un centro de información. En el caso de documentos que recogen información primaria (por ejemplo, los resultados de una investigación inicial), el centro recogerá, analizará y seleccionará sistemáticamente cualquier tipo de información útil que pueda contener, llevando a cabo así la primera lectura no exhaustiva de un gran volumen de documentos.
4. Una publicación secundaria, difundida y actualizada regularmente, como una revista, un periódico o una base de datos, constituida por resúmenes y artículos, puede ser publicada o puesta a disposición por el centro de información. Esto atraerá la atención de forma continua respecto a los nuevos avances importantes en materia de salud y seguridad en el trabajo. Estas publicaciones secundarias o bases de datos se dirigen fundamentalmente a los profesionales de la seguridad. Algunos ejemplos son la base de datos CISDOC y el boletín Salud y Seguridad en el Trabajo, de la Organización Internacional del Trabajo y la base de datos NIOSHTIC del National Institute for Occupational Safety and Health
(NIOSH) de Estados Unidos. El vehículo de intercambio entre una entidad institucional concreta (por ejemplo, una empresa) y el ciclo de la información mundial o nacional es, en todos los casos, el usuario. Este no es necesariamente un profesional ya que puede ser también el sistema de gestión de la seguridad de la institución. Un usuario de material publicado puede transmitir retroinformación directamente al autor o a la editorial; ésta es una práctica habitual en las publicaciones científicas.
5. En este punto del ciclo de información, el documento publicado puede ser modificado como resultado de la “prueba de la realidad”, la fase en la que el profesional de seguridad utiliza información realmente, con el fin de reducir el número de accidentes o enfermedades profesionales o para resolver otros problemas en el trabajo.
6. La experiencia contribuye a mejorar la previsión de los riesgos para la salud y los accidentes.
7. La experiencia puede traducirse en nuevos resultados de investigación materializados en informes y documentos enviados al editor; de esta forma, el ciclo se completa.
2. La publicación de un documento es un factor importante de su utilidad y accesibilidad general, sencillamente porque los materiales no publicados son difíciles de localizar.
3. Los documentos publicados pueden ser utilizados directamente por un profesional de la seguridad o dirigirse a un usuario no profesional, como el trabajador en su lugar de trabajo (por ejemplo, fichas de datos sobre seguridad química). Posteriormente el documento puede enviarse a un centro de información. En el caso de documentos que recogen información primaria (por ejemplo, los resultados de una investigación inicial), el centro recogerá, analizará y seleccionará sistemáticamente cualquier tipo de información útil que pueda contener, llevando a cabo así la primera lectura no exhaustiva de un gran volumen de documentos.
4. Una publicación secundaria, difundida y actualizada regularmente, como una revista, un periódico o una base de datos, constituida por resúmenes y artículos, puede ser publicada o puesta a disposición por el centro de información. Esto atraerá la atención de forma continua respecto a los nuevos avances importantes en materia de salud y seguridad en el trabajo. Estas publicaciones secundarias o bases de datos se dirigen fundamentalmente a los profesionales de la seguridad. Algunos ejemplos son la base de datos CISDOC y el boletín Salud y Seguridad en el Trabajo, de la Organización Internacional del Trabajo y la base de datos NIOSHTIC del National Institute for Occupational Safety and Health
(NIOSH) de Estados Unidos. El vehículo de intercambio entre una entidad institucional concreta (por ejemplo, una empresa) y el ciclo de la información mundial o nacional es, en todos los casos, el usuario. Este no es necesariamente un profesional ya que puede ser también el sistema de gestión de la seguridad de la institución. Un usuario de material publicado puede transmitir retroinformación directamente al autor o a la editorial; ésta es una práctica habitual en las publicaciones científicas.
5. En este punto del ciclo de información, el documento publicado puede ser modificado como resultado de la “prueba de la realidad”, la fase en la que el profesional de seguridad utiliza información realmente, con el fin de reducir el número de accidentes o enfermedades profesionales o para resolver otros problemas en el trabajo.
6. La experiencia contribuye a mejorar la previsión de los riesgos para la salud y los accidentes.
7. La experiencia puede traducirse en nuevos resultados de investigación materializados en informes y documentos enviados al editor; de esta forma, el ciclo se completa.
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