Con este concepto, los profesionales de la salud suelen designar una lesión existente o en proceso de desarrollo de las funciones corporales o los procesos vitales de una persona concreta, que afectan a una o más partes del organismo o indican un defecto en el funcionamiento psíquico, mental o emocional, como resultado de una enfermedad, un accidente o una enfermedad congénita o hereditaria. La deficiencia puede ser temporal o permanente. Las influencias del contexto profe- sional o social o del entorno en su conjunto no se tienen en cuenta en esta categoría. En este caso, lo único que cuenta es la evaluación que hace el médico de la situación de salud o la deficiencia de una persona, al margen de las consecuencias que esta deficiencia pueda tener para ella.
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