Los resultados de un estudio realizado en la Suiza francófona (Rey y Bousquet 1995; Von Allmen y Ramaciotti 1993) llegaron
a esta misma conclusión. Los seguros de enfermedad se ven, pues, obligados a sufragar, a expensas de los asegurados y de los contribuyentes, los costes de unos problemas de salud directa- mente relacionados con la actividad desarrollada en el lugar de trabajo, como los dolores de espalda que sufren los trabajadores que transportan cargas pesadas.
Como las empresas no se consideran obligadas a subsanar los problemas de los puestos de trabajo que son, en todo caso, responsables de estos peligros para la salud, se produce una anomalía igualmente malsana desde el punto de vista de la prevención, que debe basarse en los casos registrados por los sistemas de indemnización de los trabajadores.
Para resolver estos problemas, Mallino propone un enfoque que sólo exige demostrar que la exposición profesional ha consti- tuido un factor coadyuvante de la enfermedad y no su causa directa, inmediata y única. Este enfoque es mucho más congruente con la moderna ciencia médica, que ha demostrado la multiplicidad de causas de numerosas enfermedades.
Partiendo de una serie de supuestos basados en la totalidad de la población activa, Mallino se remite a la denominada “regla del 30 %”. Si la incidencia de una determinada enfermedad en una muestra de trabajadores expuesta a un riesgo es un 30 % superior a la registrada en una muestra comparable de pobla- ción no expuesta, la enfermedad debe considerarse relacionada con el trabajo. Para poder optar a la indemnización por enfer- medad profesional, el trabajador que la contraiga sólo tendrá que demostrar que se encontraba dentro del grupo expuesto al riesgo y que su nivel de exposición ha sido suficiente para contri- buir a la aparición de la enfermedad (Mallino 1989).
Es de subrayar que este método probabilístico ha sido reco- gido en la legislación de algunos países, como Suiza, en la que se reconocen dos categorías de enfermedades. En la segunda cate- goría se pueden incluir casos no previstos en la lista de enferme- dades profesionales o no provocados por agentes químicos o físicos reconocidamente nocivos en el lugar de trabajo. En la práctica actual de la CNA, la admisibilidad de los casos indivi- duales se basa también en el concepto de probabilidad, en espe- cial por lo que respecta a los traumatismos del sistema musculosquelético.
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