Aunque existen numerosos planes de remuneración aplicables a las personas que trabajan por turnos (prima por turnos), las retri- buciones en metálico no constituyen una compensación adecuada de los eventuales efectos negativos sobre la salud y la alteración de la vida social.
 
Es  evidente  que  el  mejor  modo  de  solucionar  un  problema consiste en eliminar o mitigar sus causas. Sin embargo, como la eliminación  total  del  trabajo  por  turnos  es  imposible,  existen medidas  alternativas  que  merecen  tomarse  en  consideración, como la reducción de las horas de trabajo no usuales para las personas; la reducción del turno de noche; la eliminación de la parte no imprescindible del trabajo nocturno (a veces, la reorga- nización  del  trabajo  permite  transferir  algunas  actividades  al turno de mañana o de tarde); la implantación de sistemas mixtos de  trabajo  en  los  que  cada  trabajador  se  libre  del  sistema  de trabajo  por  turnos,  como  mínimo,  un  mes  al  año;  la  creación de nuevos equipos de trabajo por turnos, pasando, por ejemplo, de un sistema de tres turnos a otro de cuatro, o de un modelo de cuatro  turnos  a  otro  de  cinco,  o  bien  reduciendo  el  número de horas extraordinarias. Otra posibilidad consiste en reducir las horas  de  trabajo  en  el  sistema  de  turnos,  estableciendo  una jornada semanal más corta para los trabajadores por turnos que para  los  trabajadores  de  día,  además  de  pausas  retribuidas  y vacaciones más largas. Otras posibles soluciones consisten, bien en incrementar los días libres, bien en un sistema de jubilación anticipada o gradual.
Todas estas propuestas se han aplicado en algunas empresas industriales y de servicios (véase Knauth y cols. 1990).
 
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