lunes, 28 de febrero de 2011

Relación entre exposición, dosis inter na y efectos

El estudio de la concentración de una sustancia en el medio ambiente de trabajo y la determinación simultánea de los indicadores de dosis y efecto en los sujetos expuestos permite obtener información acerca de la relación entre exposición en el trabajo y concentración de la sustancia en muestras biológicas, y entre esta última y los efectos precoces de la exposición.
El conocimiento de las relaciones entre la dosis de una sustancia y el efecto que produce es un requisito esencial para poner en marcha un programa de control biológico. La evalua- ción de esta relación dosis-efecto está basada en el análisis del grado de asociación existente entre el indicador de dosis y el indicador de efecto, y en el estudio de las variaciones cuantitativas de este último ante cualquier variación del indicador de dosis. (Véase también el capítulo Toxicología, donde se debaten con mayor detenimiento las relaciones vinculadas con la dosis.)
Mediante el estudio de la relación dosis-efecto es posible idtificar la concentración de la sustancia tóxica para la que el indicador de efecto supera los valores considerados actualmente como no nocivos. Además, de esta forma también sería posible determinar el nivel sin efecto.

Dado que no todos los individuos de un grupo reaccionan de la misma manera, es necesario examinar la relación dosis-respuesta, en otras palabras, la forma en que el grupo responde a la exposición, evaluando la aparición del efecto en comparación con la dosis interna. El término respuesta indica el porcentaje de sujetos del grupo que muestran una variación cuantitativa específica en un indicador de efecto para cada dosis.

domingo, 27 de febrero de 2011

Información requerida para el desarrollo de métodos y criterios para la selección de pruebas biológicas

Para la programación del control biológico se requieren las siguientes condiciones básicas:

• conocimiento del metabolismo de una sustancia exógena en el organismo humano (toxicocinética);
• conocimiento de las alteraciones que se producen en el órgano crítico (toxicodinámica);
• existencia de indicadores;
• existencia de métodos analíticos suficientemente exactos;
• posibilidad de empleo de muestras biológicas de fácil obtención en las que se puedan medir los indicadores;
• existencia de relaciones dosis-efecto y dosis-respuesta y conocimiento de las mismas;
• validez de predicción de los indicadores.

En este contexto, la validez de una prueba es el grado en que el parámetro considerado predice la situación tal como realmente es (es decir, tal como la mostrarían instrumentos de medición más exactos). La validez está determinada por la combinación de dos propiedades: sensibilidad y especificidad. Si una prueba posee una elevada sensibilidad, proporcionará pocos falsos negativos; si posee una especificidad elevada, proporcio- nará pocos falsos positivos (CCE 1985-1989).

sábado, 26 de febrero de 2011

Ventajas y limitaciones del control biológico (II)

A pesar de estas ventajas, el control biológico todavía presenta en la actualidad considerables limitaciones, las más significativas de las cuales son las siguientes:

• El número de sustancias que se pueden controlar biológicamente es bastante pequeño.
• En caso de exposición aguda, el control biológico sólo ofrece información útil sobre la exposición a sustancias que se metabolizan rápidamente, por ejemplo disolventes aromáticos.
• El significado de los indicadores biológicos no se ha definido claramente; por ejemplo, no siempre se sabe si los niveles de una sustancia medidos en material biológico reflejan una expo- sición actual o acumulativa (p. ej., cadmio y mercurio urina- rios).
• En general, los indicadores biológicos de dosis interna permiten evaluar el grado de exposición, pero no proporcionan datos determinantes de la cantidad real presente en el órgano crítico.
• A menudo no se conocen las interferencias que en el metabolismo de la sustancia controlada puedan ejercer sustancias exógenas a las que el organismo está expuesto simul- táneamente en el medio ambiente general y de trabajo.
• No siempre se conocen suficientemente las relaciones exis- tentes entre los niveles de exposición ambiental y los niveles de los indicadores biológicos, por una parte, y entre los niveles de los indicadores biológicos y sus posibles efectos sobre la salud, por otra.
• El número de indicadores biológicos para los que existen índices biológicos de exposición (BEI) es bastante limitado. Se precisa información de seguimiento para determinar si una sustancia que actualmente se considera incapaz de producir un efecto adverso puede ser considerada como peligrosa en el futuro.
• El BEI suele corresponder al nivel de agente que comunmente puede obtenerse en un especimen tomado en un trabajador sano, que haya estado expuesto a niveles ambientales, de dicho agente, iguales al valor TLV-TWA.

viernes, 25 de febrero de 2011

Lista de enfermedades profesionales Convenio nº 121 y Recomendación nº 121 (III

incorporación de la mujer al mundo del trabajo en todos los países pone de relieve el problema de los trastornos en la reproducción asociados al lugar de trabajo, como la infertilidad, las disfunciones sexuales y los efectos sobre el feto y el embarazo producidos por la exposición a los agentes químicos y a otros factores presentes en el lugar de trabajo, incluida la fatiga debida a causas ergonómicas. Existen pruebas cada vez más firmes de que los varones pueden verse afectados por estos mismos problemas.
En este contexto de evolución de los patrones demográficos y del riesgo, se impone una revisión de la lista y la adición de las nuevas enfermedades consideradas profesionales. Por consiguientes, es preciso actualizar la lista adjunta al Convenio nº 121 e incluir en ella los trastornos generalmente reconocidos como de origen profesional y los que entrañan más peligros para la salud. De hecho, en diciembre de 1991 la OIT celebró en Ginebra una reunión informal al respecto. En el dictamen de los expertos se incluía un proyecto de nueva lista, que se reproduce en la Tabla 26.1.
Se ha propuesto un nuevo formato en el que la lista se desglosa en las tres categorías siguientes:
1. Enfermedades causadas por agentes (químicos, físicos, biológicos).
2. Enfermedades que afectan a varios sistemas orgánicos (respiratorio, cutáneo, musculosquelético);.
3. Cáncer de origen profesional.

jueves, 24 de febrero de 2011

Lista de enfermedades profesionales Convenio nº 121 y Recomendación nº 121 (II)

Se conocen los riegos que algunos nuevos productos químicos entrañan para la salud humana, y se concede una importancia especial a los experimentos biológicos a corto plazo y a la expo-ición prolongada de cobayas a los efectos de esas sustancias, con objeto de evaluar su potencial tóxico y cancerígeno. Es probable que la exposición de la población trabajadora se mantenga en unos niveles bajos en los países desarrollados, pero no existe idéntica seguridad respecto al uso de productos químicos en muchos otros países. Si bien existen pocas dudas de que estos productos contribuyen al incremento de los rendimientos agrícolas a corto plazo, además de permitir un mayor control de las enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria, no se sabe exactamente en qué condiciones de control se deben utilizar para que no menoscaben seriamente la salud de los trabajadores agrícolas y de las personas que consumen los alimentos así producidos. Aparentemente, en algunos países, su empleo ha producido intoxicaciones a un gran número de traba- jadores agrarios. Incluso en los países más desarrollados, la salud de los agricultores plantea problemas muy serios, debido a que su aislamiento y la falta de supervisión los expone a un riesgo real. La persistencia de la producción de ciertos productos químicos en países en los que su uso se encuentra prohibido, para su exportación a otros países en los que no existe tal prohi- bición, es un tema que debe destacarse.
Especial atención han merecido el proyecto y funcionamiento de los modernos edificios inteligentes y del equipo electrónico de oficina. Los movimientos repetitivos realizados de modo continuo se consideran generalmente causantes de trastornos que debilitan la salud.
Aunque la emisión de humo de tabaco en el lugar de trabajo no se considera, por sí misma, una causa de enfermedad profe- sional, podría crear problemas en el futuro, puesto que los no fumadores se muestran cada vez más intolerantes al respecto. Es probable que la presión por la venta de productos de tabaco en los países en desarrollo produzca en el futuro cercano una epidemia nunca vista de enfermedades. La exposición de los no fumadores a la contaminación producida por el humo del tabaco será objeto de creciente debate en el futuro y, en algunos países, ya se han dictado medidas legislativas al respecto. Particularmente grave es el peligro que corren los trabajadores del sector sanitario, que están expuestos a una extensa gama de productos químicos, agentes irritantes e infecciones. El SIDA y la hepatitis son buenos ejemplos.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Lista de enfermedades profesionales Convenio nº 121 y Recomendación nº 121

La lista de la OIT desempeña una función clave en la armonización del desarrollo de la política relativa a las enfermedades profesionales y a la promoción de su prevención. De hecho, ha logrado una importancia considerable en el campo de la salud y la seguridad en el trabajo. En ella se especifican claramente los trastornos o enfermedades susceptibles de prevención. En realidad, la lista no incluye la totalidad de las enfermedades profesionales; su objeto es exponer las que tienen mayor incidencia en las empresas de muchos países y cuya prevención puede beneficiar en mayor medida la salud de los trabajadores. Debido al cambio profundo y continuo que experimentan los sistemas de empleo y de riesgos, y a la evolución de los conocimientos aportada por los estudios epidemiológicos y la investigación, es preciso ampliar y actualizar la lista, para que refleje la evolución de los conocimientos, en aras de un trato justo a los afectados.
En los países desarrollados, la industria pesada, como la side- rurgia y la minería subterránea, ha experimentado una disminución considerable, y las condiciones ambientales han mejorado.

La importancia relativa de los sectores de servicios y de gestión automatizada se han incrementado. Un porcentaje mucho mayor de la población activa está constituido por mujeres que, además, en su mayor parte, realizan las tareas domésticas y cuidan de los hijos. La necesidad de cuidados de los hijos pequeños somete a las mujeres a un estrés creciente. Las jornadas nocturnas y el trabajo en turnos rotatorios se han convertido en prácticas habituales. El estrés, en todas sus manifestaciones, es actualmente un problema importante.
En los países en desarrollo, la industria pesada crece rápidamente para satisfacer las necesidades de los mercados locales y de exportación, además de crear empleo para una población que aumenta rápidamente. Los habitantes de las zonas rurales se desplazan a las ciudades en busca de empleo y para huir de la pobreza.

martes, 22 de febrero de 2011

Cuestiones médicas (II)

En regímenes administrados por compañías de seguros, es normal que el asegurador o la empresa participen en la decisión sobre cuestiones médicas y que para ello tengan acceso a infor- mación médica. Cuando el régimen es de seguros sociales, una justificación de esa opción es preservar la confidencialidad de la información médica. Puede prohibirse a las empresas tomar parte en la decisión sobre cuestiones médicas o puede carecer de incentivo participar porque la prima a pagar no varía de acuerdo con el coste por reclamaciones. Cuando se utiliza el baremo según experiencia, el sistema se rige por el principio de contradicción y suele comunicarse a la empresa la información médica acerca del trabajador.
A veces, existe un árbitro médico externo o un grupo médico para algunos casos. En algunas jurisdicciones, las conclusiones del panel médico o del árbitro son definitivas y vinculantes. En otras, están sujetas a contradicción mediante nuevas pruebas médicas o argumentos en el proceso ordinario de apelación.

Cuando se dispone de una estructura o procedimiento separado para la solución de una cuestión médica, hay que decidir antes qué cuestiones son “médicas”. La responsabilidad de la decisión corresponde normalmente al responsable de decidir sobre la cuestión general. Existe un consenso general sobre lo que es una cuestión “médica”, pero hay cierta diferencia de opiniones. Por ejemplo, en casos de incapacidad permanente, cuando se utiliza el método del deterioro físico para fijar la pensión, el establecimiento del grado (porcentaje) de deterioro se considera en algunas jurisdicciones una cuestión médica. En otras se considera como una cuestión general que requiere un dictamen médico.

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