martes, 12 de enero de 2010

“Envenenamiento” del lugar de trabajo (III)

La violencia es un riesgo del lugar de trabajo. Así se pone de manifiesto en un estudio del Departamento de Justicia de Estados Unidos, según el cual, una sexta parte de los delitos violentos, que afectan a casi 1 millón de víctimas anualmente, se producen en el trabajo: un 16 % de las agresiones, un 8 % de las violaciones y un 7 % de los robos, con una pérdida de 1,8 millones de jornadas de trabajo. Menos de la mitad de estos delitos se denuncian a la policía.
Las agresiones y los abusos constituyen una amenaza importante para la salud mental y física de las niñas y mujeres de todas las edades y culturas, pero especialmente para las jóvenes y las de edad avanzada. La Pan-American Health Organization (PAHO) ha llegado a la conclusión de que en América, las muertes violentas (accidentes, suicidios y homicidios) representan más del 25 % de las muertes de niñas con edades comprendidas entre los 10 y 14 años y el 30 % en el grupo de edad de 15 a 19 años (PAHO 1993).
La violencia en ambos sexos incluye los abusos físicos, sexuales y psicológicos y la apropiación indebida de fondos, así como el acoso sexual, la pornografía, las agresiones sexuales y el incesto. A escala mundial pueden añadirse la selección en función del sexo, el aborto de fetos femeninos, la desnutrición intencionada, la mutilación ritual, la muerte por causa de la dote
y la venta de hijas para la prostitución o el matrimonio. Se acepta comúnmente que la violencia contra las mujeres trastorna sus vidas, limita sus opciones y bloquea intencionadamente sus aspiraciones. Tanto por su intención como por sus consecuencias, significa un comportamiento delictivo. No obstante, la violencia contra las mujeres por parte de agre- sores conocidos en el hogar, en el trabajo o en la calle se ha considerado habitualmente un asunto privado. La matanza de 27 mujeres estudiantes perpetrada en 1989 en una escuela politécnica de Montreal, precisamente porque se trataba de mujeres estudiantes de ingeniería en una escuela politécnica, constituye una prueba brutal de la violencia por razón de sexo practicada con el objetivo de frustrar las aspiraciones profesionales.
La prevención y el control de la violencia son cuestiones a considerar en el lugar de trabajo, que pueden abordarse mediante la ejecución de programas de asistencia a los empleados y la constitución de comités de salud y seguridad , en colaboración con los organismos encargados de hacer cumplir la ley y otras entidades sociales, como las organizaciones feministas de todo el mundo, que han conseguido que esta cuestión se incluya entre los temas de interés público y han intentado, sin grandes medios, acabar con la falta de tolerancia de estas acti- tudes y ayudar a las víctimas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

The Technology Hub