Las vías típicas de acceso a un cargo directivo son la realización de funciones de supervisión, o el desarrollo de funciones especializadas. En el primer caso, la promoción profesional depende de la experiencia laboral y de los conocimientos de la tarea; en el segundo, son frecuentes la educación universitaria y la formación postgrado, como la de ingeniero o jefe de enfermería. Por cual- quiera de las dos vías, hace falta adquirir una cualificación en salud y seguridad en el trabajo. En el segundo caso, suele conseguirse en una escuela de postgrado.
En la actualidad, es habitual que los directivos estén en posesión de un título de Master of Business Administration (MBA). Por eso, el Proyecto Minerva dirigió su atención a las más de 600 escuelas de dirección de empresas para postgraduados existentes en Estados Unidos. Al incorporar estos aspectos de la salud y la seguridad en el trabajo al currículo del MBA por considerarlos imprescindibles para realizar una buena gestión, se pensó que este material acabaría integrándose en los estudios formales de gestión de nivel medio.
Ante la enorme proliferación de invenciones tecnológicas y descubrimientos científicos, las carreras universitarias, particularmente las ingenierías y las disciplinas científicas, tienen pocas oportunidades para integrar una teoría y una práctica amplias de la seguridad dentro de los estudios relacionados con proyectos, procesos y operaciones.
Puesto que quienes han recibido una educación especializada tienen que empezar a desempeñar funciones directivas poco después de su titulación, es necesario proporcionarles los conoci- mientos y destrezas de los directivos, especialistas y generalistas en cuestiones de salud y seguridad.
Es importante que el resto del personal con responsabilidades de este tipo conozca el contenido del currículo dedicado a los objetivos de salud y seguridad en el trabajo para los directivos. Por tanto, la formación de los empleados clave, en cuanto repre- sentantes de salud y seguridad, debe diseñarse de manera que estén al tanto de esos desarrollos curriculares.
En la actualidad, es habitual que los directivos estén en posesión de un título de Master of Business Administration (MBA). Por eso, el Proyecto Minerva dirigió su atención a las más de 600 escuelas de dirección de empresas para postgraduados existentes en Estados Unidos. Al incorporar estos aspectos de la salud y la seguridad en el trabajo al currículo del MBA por considerarlos imprescindibles para realizar una buena gestión, se pensó que este material acabaría integrándose en los estudios formales de gestión de nivel medio.
Ante la enorme proliferación de invenciones tecnológicas y descubrimientos científicos, las carreras universitarias, particularmente las ingenierías y las disciplinas científicas, tienen pocas oportunidades para integrar una teoría y una práctica amplias de la seguridad dentro de los estudios relacionados con proyectos, procesos y operaciones.
Puesto que quienes han recibido una educación especializada tienen que empezar a desempeñar funciones directivas poco después de su titulación, es necesario proporcionarles los conoci- mientos y destrezas de los directivos, especialistas y generalistas en cuestiones de salud y seguridad.
Es importante que el resto del personal con responsabilidades de este tipo conozca el contenido del currículo dedicado a los objetivos de salud y seguridad en el trabajo para los directivos. Por tanto, la formación de los empleados clave, en cuanto repre- sentantes de salud y seguridad, debe diseñarse de manera que estén al tanto de esos desarrollos curriculares.
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