lunes, 7 de mayo de 2012
El aprendizaje de alta calidad: La interacción social.
La interacción social entre los participantes de una sesión de formación es un elemento esencial del aprendizaje. Mediante las actividades en grupo, los participantes aprenden unos de otros.
domingo, 6 de mayo de 2012
El aprendizaje de alta calidad: El avance por etapas en el proceso de aprendizaje.
En el proceso de aprendizaje, el participante se asemeja a un investigador que persigue un modelo para comprender el tema estudiado. Con la ayuda del profesor, elabora este modelo, practica su utilización y evalúa su utilidad. Este proceso se puede descomponer en las seis etapas siguientes:
• motivación,
• orientación,
• integración de nuevos conocimientos (interiorización),
• aplicación,
• crítica del programa,
• evaluación por los participantes.
• motivación,
• orientación,
• integración de nuevos conocimientos (interiorización),
• aplicación,
• crítica del programa,
• evaluación por los participantes.
sábado, 5 de mayo de 2012
El aprendizaje de alta calidad: La organización del tema
Con demasiada frecuencia se piensa que el objeto del aprendizaje es el almacenamiento de datos aislados en el cerebro, al modo en que guardamos las cosas distribuyéndolas en cajas sobre una estantería. La realidad es que las personas, al aprender, elaboran modelos o imágenes mentales del mundo. Por eso, cuando para mejorar el aprendizaje los enseñantes promueven el enfoque cognitivo, tratan de organizar los hechos en forma de modelos e introducen princi- pios o conceptos explicativos (el “pero, por qué” que subyace en un hecho o una cualificación).
viernes, 4 de mayo de 2012
Integración social
Una de las secuelas más negativas de la pérdida auditiva de origen profesional es la tendencia a evitar las conversaciones en grupo, que imponen un considerable esfuerzo a los afectados. En tales situaciones, éstos deben tratar de adaptarse a los demás, ya que suele resultar sumamente difícil que el ritmo de la conversación y la forma de expresión del grupo se ajuste a sus circunstancias. Los afectados pueden afrontar esta situación de tres formas:
• interpretando la expresión facial;
• empleando técnicas de comunicación especiales;
• empleando un audífono.
Evidentemente, la interpretación de la expresión facial y la lectura labial pueden facilitar la comprensión de las conversa- ciones; sin embargo, estas técnicas exigen un grado considerable de atención y concentración, imposible de mantener durante mucho tiempo. En todo caso, el sistema puede ser de utilidad si, además, se pide a los interlocutores que repitan o resuman sus palabras. Ahora bien, las conversaciones suelen discurrir con una velocidad tal que el recurso a esta estrategia no suele resultar fácil. Por último, si bien el uso de un audífono suele mejorar la capacidad para seguir las conversaciones, los disposi- tivos de amplificación actualmente en uso no restauran la capa- cidad de discriminación de frecuencias; esto es, se amplifican tanto la señal como el ruido, lo cual contribuye a empeorar, antes que mejorar, la situación de las personas que experi- mentan una seria discapacidad de la discriminación de frecuencias.
El empleo de los audífonos y la petición de la colaboración de los interlocutores para que se adapten a las circunstancias del discapacitado presupone que éste no se sienta acomplejado al reconocer su problema. Esto significa que, como se expone posteriormente, las medidas de fortalecimiento de la autoestima constituyen una condición previa a los esfuerzos por incre- mentar la capacidad auditiva.
• interpretando la expresión facial;
• empleando técnicas de comunicación especiales;
• empleando un audífono.
Evidentemente, la interpretación de la expresión facial y la lectura labial pueden facilitar la comprensión de las conversa- ciones; sin embargo, estas técnicas exigen un grado considerable de atención y concentración, imposible de mantener durante mucho tiempo. En todo caso, el sistema puede ser de utilidad si, además, se pide a los interlocutores que repitan o resuman sus palabras. Ahora bien, las conversaciones suelen discurrir con una velocidad tal que el recurso a esta estrategia no suele resultar fácil. Por último, si bien el uso de un audífono suele mejorar la capacidad para seguir las conversaciones, los disposi- tivos de amplificación actualmente en uso no restauran la capa- cidad de discriminación de frecuencias; esto es, se amplifican tanto la señal como el ruido, lo cual contribuye a empeorar, antes que mejorar, la situación de las personas que experi- mentan una seria discapacidad de la discriminación de frecuencias.
El empleo de los audífonos y la petición de la colaboración de los interlocutores para que se adapten a las circunstancias del discapacitado presupone que éste no se sienta acomplejado al reconocer su problema. Esto significa que, como se expone posteriormente, las medidas de fortalecimiento de la autoestima constituyen una condición previa a los esfuerzos por incre- mentar la capacidad auditiva.
jueves, 3 de mayo de 2012
Acceso a los servicios públicos y a las actividades culturales (II)
Por regla general, resulta posible superar estas situaciones desventajosas informando al personal sobre los síntomas y efectos de la sordera parcial y de los medios para facilitar la comunicación con los afectados. Algunos servicios públicos ya han adoptado medidas para facilitar la comunicación con los afectados por la pérdida auditiva de origen profesional (Hétu, Getty y Bédard 1994), con los resultados que se indican a continuación. El empleo de medios gráficos y audiovisuales permite transmitir la información necesaria en menos de 30 minutos y conseguir que los conocimientos adquiridos se conserven seis meses después de las reuniones informativas. Este sistema facilita en gran medida la comunicación con el personal de los servicios afectados. Se obtienen sustanciales beneficios de su aplicación, no sólo para los clientes afectados por la pérdida auditiva, sino también para el propio personal, cuyas tareas se han simplificado con la prevención de situaciones de este tipo.
miércoles, 2 de mayo de 2012
Acceso a los servicios públicos y a las actividades culturales (I)
Según el modelo de la Figura 17.3, en la limitación del acceso a las actividades culturales se pueden distinguir cuatro elementos (elementos 2, 3, 5 y 6), para cuya eliminación se precisan múltiples intervenciones. Por ejemplo, se puede facilitar el acceso de los afectados por una pérdida auditiva a los templos, auditorios y salas de concierto dotando a éstos de medios de audición adecuados, como los sistemas de frecuencia modulada o de transmisión por infrarrojos (elemento 3) e informando a sus responsables de las necesidades de aquéllos (elemento 6). No obstante, los afec- tados sólo solicitan la instalación de equipo de audición si conocen su existencia, saben cómo utilizarlo (elemento 2) y han recibido la ayuda psicosocial necesaria para reconocer y trans- mitir su necesidad de disponer del equipo (elemento 5).
En el contexto de un programa experimental de rehabilitación (Getty y Hétu 1991, Hétu y Getty 1991a), se han desarro- llado diversas técnicas eficaces de comunicación, formación y apoyo psicosocial de los trabajadores con deficiencia auditiva, que se examinan posteriormente, en “Vida familiar”.
El acceso de las personas con deficiencias auditivas a lugares y servicios públicos como bancos, grandes almacenes y servicios oficiales y de salud se dificulta, principalmente, por el desconoci- miento de estas instituciones. Por ejemplo, en algunos bancos, los clientes se encuentran separados por mamparas de vidrio del personal de ventanilla que, a veces, se dedica a informatizar datos o a rellenar impresos mientras habla con ellos. Los efectos acumulados de la falta de comunicación directa, de unas condiciones acústicas desfavorables y de una comunicación en la que cualquier malentendido puede tener consecuencias desastrosas hacen que esta situación sea extremadamente difícil para los afectados. En los centros de salud, los pacientes esperan en salas relativamente ruidosas a que les nombre un empleado situado a una distancia considerable o a través de un sistema de megafonía que en ocasiones es difícilmente audible. A pesar de que los pacientes con pérdida auditiva experimentan una gran ansiedad ante la posibilidad de no acudir a la llamada, no suelen informar al personal de sus problemas de audición. Este tipo de comportamiento es relativamente frecuente.
martes, 1 de mayo de 2012
Actividades sociales
Las personas afectadas por una pérdida auditiva de origen profesional se encuentran en situación desventajosa en los lugares con acústica deficiente, por ejemplo, en presencia de un eco o de ruidos de fondo, en las situaciones que requieren la comunicación a distancia y en las conversaciones telefónicas. En la práctica, esta situación limita en medida considerable su vida social, al difi- cultar su acceso a los servicios públicos y a las actividades cultu- rales, con el consiguiente menoscabo de su integración social
(Hétu y Getty).
(Hétu y Getty).
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