El artículo de Hernberg sobre los diseños de los estudios epide- miológicos y sus aplicaciones en la medicina del trabajo se centra en el concepto de la “base del estudio”, definida como la morbi- lidad experimentada (con relación a alguna exposición) por una población cuando se realiza su seguimiento durante un cierto período de tiempo. Por consiguiente, la base del estudio no es sólo una población (es decir, un grupo de personas), sino la morbilidad experimentada por esa población durante un cierto período de tiempo (Miettinen 1985, Hernberg 1992). Si se adopta este concepto unificador de la base del estudio, es importante reco- nocer que los diferentes diseños de los estudios (p. ej., diseños de casos controles y cohortes) son simplemente formas diferentes de
“recolectar” información sobre la exposición y la enfermedad a partir de la misma base del estudio; no son enfoques diametralmente diferentes.
En el artículo publicado por Sasco sobre la validez del diseño de un estudio, se define la confusión y se reconoce su importancia. Los investigadores que participan en un estudio de expo- siciones profesionales deben considerar siempre la posible existencia de una confusión y nunca se hará hincapié suficiente en la necesidad de que la identificación de las posibles variables de confusión forme parte integral del diseño y análisis de cualquier estudio. En la epidemiología del trabajo, deben conside- rarse dos aspectos relacionados con la confusión:
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