lunes, 12 de diciembre de 2011

Deberes y obligaciones de los profesionales de la salud en el trabajo (VIII)

Cuando la atención del profesional se centra excesivamente en el individuo, tiende a pasar por alto e incluso a ignorar su obligación de proteger el bien general de la sociedad o de algunos colectivos específicos. Por ejemplo, cuando la conducta de una persona se convierte en un peligro para ella misma o para otros, ¿cuándo debe actuar el profesional en beneficio del colectivo y dejar a un lado los derechos del individuo? Estas decisiones tienen importantes consecuencias para el personal de los programas de asistencia a los trabajadores que trabajan con personas discapacitadas. Deben tener muy clara su obligación de advertir a los compañeros o los clientes que pueden utilizar los servicios de la persona discapacitada, frente a su obligación de proteger la confidencialidad de la persona. El profesional no puede limitarse a proteger la confidencialidad y los derechos del individuo, como ya hemos comentado antes.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Los exámenes y las evaluaciones

Actualmente se tiende a buscar alternativas al examen sumativo final, realizado al terminar el curso. En algunos cursos se han suprimido los exámenes formales, y han sido sustituidos por trabajos o evaluaciones periódicas; en otros se realiza una combinación de trabajos, evaluaciones y exámenes, ya sea con libros o sin ellos. Hoy en día cada vez está más asentada la convicción de que los exámenes y las evaluaciones no sólo miden la calidad de los alumnos, sino también la del curso y la de los profesores.
Las opiniones de los alumnos sobre el conjunto de los estudios o sobre sus distintos componentes, obtenida por medio de cuestionarios o reuniones, es de un inmenso valor para el perfeccionamiento del curso. Los cursos deben ser evaluados de forma constante, en la medida de lo posible, al menos una vez al año, y modificados siempre que resulte necesario.
En lo que se refiere a las modalidades de examen, la que consiste en desarrollar un tema puede servir para medir la organización, la capacidad para integrar cuestiones o la destreza en la escritura. Sin embargo, la precisión y validez de este tipo de exámenes de desarrollo de temas parecen ser escasas. Los exámenes tipo test con varias respuestas entre las que se debe elegir una son menos subjetivos, pero son difíciles de preparar para que sean buenos; además, no permiten apreciar ciertos conocimientos prácticos. Otra forma de examinar es por medio de preguntas cortas que se diferencian de los métodos anteriores en que el alumno va recibiendo de forma progresiva la información sobre un problema; se le pide al alumno que vaya dando respuestas cortas, con lo que no se le dan pistas ni se le presenta un conjunto de alternativas entre las que debe escoger la más adecuada. Los exámenes orales pueden medir la capacidad para resolver problemas, el buen criterio profesional, la capacidad de comunicación y la habilidad para mantener la compostura en situaciones de tensión. La principal dificultad de los exámenes orales radica en que puede dar lugar a la llamada “falta de objetividad”. Los exámenes orales pueden ser más fiables si se les ajusta a una estructura determinada (Verma, Sass-Kortsak y Gaylor 1991). Tal vez la mejor de todas las alternativas sea la de usar una mezcla de todos estos diferentes tipos de exámenes, en vez de confiar sólo en uno o dos de ellos.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Instalaciones

Las aulas deben estar diseñadas y amuebladas con criterios ergonómicos y contar con equipos audiovisuales. La iluminación y la acústica deben ser satisfactorias. Conviene que el acceso al aula permita entrar y salir sin molestar al resto de la clase.
Los laboratorios tendrán que diseñarse y construirse atendiendo a los principios de SST que le sean de aplicación. Deter- minados equipos de higiene y seguridad como duchas, lavabos, botiquines, equipos de primeros auxilios y campanas extractoras de humos deben ubicarse en los lugares donde sean necesarios, ya sea de una forma fija o portátil. Los laboratorios deben ser luminosos, ventilados y carentes de olores.
Los centros donde se realicen las visitas prácticas se seleccionarán de forma que se les muestre a los alumnos un repertorio amplio de cuestiones relacionadas con la SST. Es preferible, siempre y cuando se pueda, elegir lugares de trabajo con dife- rentes niveles de normas sobre SST. En todo caso, de ninguna manera debe ponerse en riesgo la seguridad o la salud de los alumnos.
La selección de los centros en los que desarrollar el trabajo de tipo clínico dependerá en gran medida de la naturaleza y del nivel del curso que se esté realizando. En algunas circunstancias puede estar indicada la enseñanza en las propias salas de hospi- talización, para mostrar la forma adecuada de hacer la recogida de datos sobre historiales clínicos; en otras, podrán obtenerse los mismos resultados por medio de la presentación de casos, con o sin pacientes.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Contratación y preparación del profesorado

La calidad y el prestigio de un programa de formación suelen ser los aspectos más importantes a la hora de determinar las caracte- rísticas del personal que deberá ocupar los puestos vacantes. Como es natural, existen otros factores también importantes, tales como unas condiciones de trabajo satisfactorias y la posibilidad de hacer carrera o de tener un adecuado desarrollo intelectual.
Es necesario considerar con mucho cuidado las condiciones y requisitos de cada puesto de trabajo. Los profesores deben tener las cualificaciones necesarias en SST, aunque debe actuarse con flexibilidad, de forma que se pueda contratar a personas procedentes de disciplinas ajenas a la SST, pero que puedan hacer una aportación especial a la enseñanza, o a solicitantes con cualidades prometedoras, aunque no cumplan todos los requi- sitos de titulación o experiencia exigidos para el puesto. Siempre que sea posible, los profesores deben tener experiencia práctica en SST.
Tras la contratación, la dirección y los responsables de la escuela o de sus departamentos deben encargarse de que los nuevos profesores reciban todo el apoyo y cuenten con todas las oportunidades de ampliación de conocimientos que sea posible. Los recién llegados deben asumir la cultura interna de la organización, pero también tienen que sentirse animados a expresarse con libertad y a participar en los procesos de toma de decisiones que puedan afectar a los programas de enseñanza e investigación. Asimismo, se les informará de todo lo referente a su actuación como profesores de una forma cuidadosa y positiva; si es necesario, se les ofrecerá apoyo para poner remedio a alguna limitación concreta que puedan tener. En muchos departamentos se ha visto que puede ser extraordinariamente útil mantener reuniones periódicas del personal para tratar temas de enseñanza y de evaluación. Otras medidas importantes para el perfeccionamiento de los profesores son los intercambios con las empresas y los permisos sabáticos. También puede ayudar a darle a la enseñanza académica un carácter más práctico la realización de algún tipo de trabajo de consultoría, que puede ser en una clínica, en una empresa o en un laboratorio, según la asignatura y las áreas de actividad de cada uno de los profesores.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Riesgos de accidente

Las alarmas acústicas son de uso frecuente en los lugares de trabajo industriales. La pérdida de audición de origen profesional puede mermar considerablemente la capacidad del trabajador para detectar, localizar o identificar dichas alarmas, especialmente en los lugares de trabajo con elevados niveles de eco. La merma de la capacidad de discriminación de frecuencias que inevitablemente acompaña a la pérdida de audición puede ser, ciertamente, tan pronunciada que obligue a que la alarma suene entre 30 y 40 decibelios más alta que los ruidos de fondo para que los trabajadores afectados la escuchen y distingan (Hétu 1994b); para las personas con una capacidad auditiva normal, este valor es de entre 12 y 15 decibelios. Actualmente, es infrecuente graduar la potencia de las alarmas para contrarrestar los niveles de ruido de fondo, la merma de capacidad auditiva de los trabajadores o el uso de equipo de protección de la audición. Esto coloca a los trabajadores afectados en una situación de seria desventaja, en especial por lo que respecta a su seguridad.
En vista de las limitaciones citadas, la rehabilitación debe basarse en un análisis riguroso de la compatibilidad de la agudeza de percepción auditiva exigida con la capacidad auditiva residual de los trabajadores afectados. Existen técnicas de determinación clínica de la capacidad de las personas para percibir señales acústicas en presencia de ruidos de fondo, como el paquete de software Detectsound (Tran Quoc, Hétu y Laroche 1992). Estos sistemas permiten simular la percepción auditiva, tanto normal como deficiente, tomando en consideración las características del ruido producido en los lugares de trabajo y los efectos del equipo de protección auditiva. Evidentemente, toda medida orientada a reducir el nivel de ruidos facilita la percepción de las alarmas acústicas; no obstante, es preciso adaptar los niveles acústicos de las alarmas a la capacidad auditiva residual de los trabajadores afectados.


miércoles, 7 de diciembre de 2011

El lugar de trabajo

En los centros de trabajo industriales se pueden distinguir las cuatro limitaciones o desventajas siguientes, que demandan actuaciones específicas:
1. Riesgos de accidentes vinculados a la no percepción de señales de alarma.
2. Esfuerzo, estrés y ansiedad producidos por problemas de audición y comunicación.
3. Obstáculos a la integración social.
4. Obstáculos a la promoción profesional.

martes, 6 de diciembre de 2011

Individualización de la rehabilitación

La aplicación del modelo de la Figura 17.3 varía en función de las circunstancias de cada caso. Según diversos estudios cualita- tivos y encuestas realizados (Hétu y Getty 1991b; Hétu, Jones y Getty 1993; Hétu, Lalonde y Getty 1987; Hétu, Getty y Waridel 1994; Hétu 1994b), las consecuencias de la discapacidad sufrida por los afectados de una pérdida auditiva de origen profesional se hacen sentir especialmente: (1) en el lugar de trabajo, (2) en el ámbito de la actividad social, (3) en el círculo familiar. Se han propuesto diversos criterios de actuación para cada una de estas tres situaciones.

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