En algunos países existe un único sistema de inspección para todos los sectores de la economía. Si se deja al margen la minería, que en la inmensa mayoría de los países depende del ministerio del ramo (aunque hay excepciones, como México), este sistema se aplica en países europeos, como Luxemburgo, España y Suiza, además de en numerosos países africanos y asiáticos. En los países francófonos de Africa, por ejemplo, existen sistemas de inspección dependientes del ministerio de trabajo que comprenden todos los sectores de la actividad.
La ventaja de este sistema es que confiere a la inspección y, especialmente, al ministerio de trabajo, una visión global de los distintos sectores, puesto que los problemas de la protección de los asalariados suelen ser similares. Además, en los países pobres, el sistema permite reducir el número de visitas necesario para supervisar distintas actividades. En otros países, en cambio, existen varios servicios de inspección especializados en los diversos sectores de la economía y dependientes de los ministe- rios correspondientes.
A finales del siglo XIX, en la mayor parte de los países euro- peos existía un organismo competente en materia de legislación laboral, por lo general, adscrito al ministerio del interior o al de comercio e industria. En la primera preguerra mundial surgieron ministerios de trabajo autónomos, en los que se delegó la función de aplicar la legislación laboral con ayuda de un cuerpo de funcionarios especializados. Esta es la causa de que, en determinados sectores económicos, la supervisión del cumpli- miento de la legislación protectora de los trabajadores haya seguido correspondiendo al ministerio competente inicialmente. Entre los dos extremos —un único sistema de inspección adscrito a un solo ministerio que ostenta competencias sobre todos los sectores de actividad, o diversos servicios especializados sectorialmente y dependientes de varios ministerios— existen soluciones intermedias en las que, un determinado servicio de inspección tiene asignados varios sectores, o varios servicios de inspección están adscritos a un sólo sector y a un mismo ministerio.
En años recientes, se ha venido observando la tendencia a consolidar los servicios de inspección bajo la autoridad de un mismo organismo, por regla general, el ministerio de trabajo, debido, tanto a que los problemas que se suscitan en los distintos sectores suelen ser similares, si no idénticos, como a la circuns- tancia de que esta consolidación incrementa la eficacia y reduce los costes de la administración. Un sistema unificado e integrado aumenta las perspectivas de la prevención de los peligros profesionales y de la protección jurídica de los trabajadores.
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