El objetivo real de la rehabilitación sólo se alcanza cuando se produce la integración social del discapacitado. Por consiguiente, el objetivo último de los programas de rehabilitación profesional sigue siendo el de encontrar un empleo y, por ende, lograr la plena participación en el mercado de trabajo local.
Por regla general, las medidas de rehabilitación médica y profesional establecen las bases de la incorporación o la reincorporación de los discapacitados a la vida laboral. El objetivo es permitir que los discapacitados desarrollen sus posibilidades hasta el punto de hacer posible la vida en la sociedad con un mínimo de limitaciones. Los servicios que intervienen en esta etapa y asisten al discapacitado durante el proceso se denominan servicios de apoyo a la rehabilitación. Si bien en otro tiempo podía presumirse fundadamente que una rehabilitación médica completa y una rehabilitación profesional rigurosa constituían, si no la garantía, al menos un elemento clave de la integración profesional, estas exigencias elementales han dejado de ser suficientes en vista de la rápida evolución de la situación del mercado de trabajo y de las complejas exigencias del lugar de trabajo. Por supuesto, la base de la integración en el trabajo sigue siendo una sólida formación profesional; sin embargo, en la situación actual, muchos discapacitados precisan una asis tencia complementaria para conseguir empleo e integrarse en el lugar de trabajo. Los servicios que intervienen en esta etapa se pueden definir, globalmente, como servicios de apoyo al empleo.
Si bien el discapacitado es, en sí mismo, el punto de partida de las medidas de rehabilitación médica y profesional, con las que se pretende desarrollar su capacidad funcional y su cualificación profesional, los servicios de apoyo al empleo hacen espe- cial hincapié en el medio ambiente de trabajo y, por tanto, en la adaptación del mismo a las necesidades del discapacitado.
Por regla general, las medidas de rehabilitación médica y profesional establecen las bases de la incorporación o la reincorporación de los discapacitados a la vida laboral. El objetivo es permitir que los discapacitados desarrollen sus posibilidades hasta el punto de hacer posible la vida en la sociedad con un mínimo de limitaciones. Los servicios que intervienen en esta etapa y asisten al discapacitado durante el proceso se denominan servicios de apoyo a la rehabilitación. Si bien en otro tiempo podía presumirse fundadamente que una rehabilitación médica completa y una rehabilitación profesional rigurosa constituían, si no la garantía, al menos un elemento clave de la integración profesional, estas exigencias elementales han dejado de ser suficientes en vista de la rápida evolución de la situación del mercado de trabajo y de las complejas exigencias del lugar de trabajo. Por supuesto, la base de la integración en el trabajo sigue siendo una sólida formación profesional; sin embargo, en la situación actual, muchos discapacitados precisan una asis tencia complementaria para conseguir empleo e integrarse en el lugar de trabajo. Los servicios que intervienen en esta etapa se pueden definir, globalmente, como servicios de apoyo al empleo.
Si bien el discapacitado es, en sí mismo, el punto de partida de las medidas de rehabilitación médica y profesional, con las que se pretende desarrollar su capacidad funcional y su cualificación profesional, los servicios de apoyo al empleo hacen espe- cial hincapié en el medio ambiente de trabajo y, por tanto, en la adaptación del mismo a las necesidades del discapacitado.
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