Los insecticidas organoclorados (OC) se utilizaron mucho en los decenios de 1950 y 1960. Posteriormente, su uso se abandonó en muchos países por su persistencia y la consiguiente contaminación del medio ambiente.
El control biológico de la exposición a los OC puede hacerse por la determinación de pesticidas intactos o de sus metabolitos en sangre o en suero (Dale, Curley y Cueto 1966; Barquet, Morgade y Pfaffenberger 1981). Después de la absorción, el aldrín se metaboliza rápidamente en dieldrín, y puede medirse como tal en sangre. El endrín tiene un semiperíodo en sangre muy breve; por tanto, la concentración hemática de este compuesto sólo es útil para determinar niveles de exposición recientes. La determinación del metabolito urinario anti-12-hi-droxi-endrín ha demostrado también su utilidad para controlar la exposición al endrín (van Sittert y Tordoir 1987).
Para algunos compuestos OC, se han demostrado correlaciones significativas entre la concentración de indicadores bioló- gicos y el inicio de los efectos tóxicos. Se han relacionado casos de toxicidad por exposición a aldrín y dieldrín con niveles en sangre de este último superiores a 200 g/l. Se ha señalado una concentración en sangre de lindano de 20 g/l como nivel crítico superior en cuanto a los síntomas neurológicos. No se han documentado efectos adversos agudos en trabajadores con concentraciones hemáticas de endrín inferiores a 50 g/l. La ausencia de efectos adversos precoces (inducción de enzimas hepáticas microsomiales) se ha demostrado en exposiciones repetidas a endrín con concentraciones urinarias de anti-12-hi- droxi-endrín inferiores a 130 /g de creatinina; y en exposiciones repetidas a DDT con concentraciones séricas de DDT o DDE inferiores a 250 g/l.
Pueden encontrarse bajas concentraciones de OC en la sangre o la orina de la población general. He aquí algunos ejem- plos de valores observados: concentraciones hemáticas de lindano de hasta 1 g/l; de dieldrín de hasta 10 g/l; de DDT o DDE de hasta 100 g/l; y de anti-12-hidroxi-endrín de hasta
1 g/g de creatinina. Por tanto, se recomienda hacer una evaluación de los valores basales antes de la exposición.
Las muestras de sangre de los sujetos expuestos deben tomarse inmediatamente después del final de una sola exposi- ción. En condiciones de exposición a largo plazo, el momento de recogida de las muestras de sangre no es crítico. Al final de la exposición deben recogerse muestras puntuales de orina para determinar metabolitos urinarios.
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