Aunque los estudios de los trastornos neurológicos que afectan a quienes trabajan por turnos adolecen de falta de normalización de los síntomas y trastornos (Waterhouse y cols. 1991; Costa 1996), según Waterhouse
(1992), “se evidencia actualmente una mayor tendencia al malestar general —incluidas la ansiedad y elementos depre- sivos— entre los trabajadores por turnos que entre sus compa- ñeros que trabajan de día”. Costa (1996) formula una conclusión similar, aunque más cauta: “Las pruebas disponibles permiten afirmar que el trabajo por turnos puede influir en la morbilidad de los trastornos psiconeuróticos en mayor o menor medida, en relación a otros factores individuales o sociales”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario