Las oportunidades de integración efectiva de los discapacitados en el mercado laboral se incrementan con la posibilidad de prestarles ayuda y apoyo, bien paralelamente al desarrollo de los procesos productivos, bien directamente en el lugar de trabajo. Sobre todo en la fase inicial de ajuste, es preciso no sólo ayudar al discapaci- tado a afrontar las exigencias del trabajo, sino también apoyar a todos los que integran el medio ambiente de trabajo. Son los servicios de apoyo al empleo los que suelen responsabilizarse de esta asistencia directa. Ahora bien, a largo plazo, la integración de un discapacitado será más efectiva cuanto más pueda reemplazarse este tipo de asistencia profesional por una movilización del apoyo natural que los compañeros y superiores pueden brindar dentro de la empresa. En un programa recientemente desarrollado en Alemania para la movilización del apoyo natural existente en el lugar de trabajo por parte de los denominados animadores laborales, en un plazo de 24 meses se logró integrar efectivamente a 42 discapacitados en más de 100 empresas que accedieron a participar. En el programa se puso de relieve que pocas empresas poseían el nivel de conocimientos y de experiencia precisos para tratar con discapacitados. Se evidenciaba, por tanto, la necesidad de que los servicios de empleo elaborasen un esquema conceptual para la sustitución del apoyo profesional por el apoyo natural en el centro de trabajo. Por ejemplo, en el Reino Unido, los trabaja- dores dispuestos a colaborar como animadores laborales reciben una pequeña recompensa económica.
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