miércoles, 15 de abril de 2015

Higienista industrial

Un higienista industrial es un profesional capaz de:
• prever los riesgos para la salud que pueden originarse como resultado de procesos de trabajo, operaciones y equipos y, en consecuencia, asesorar sobre su planificación y diseño.
• identificar y conocer, en el medio ambiente de trabajo, la
presencia (real o potencial) de agentes químicos, físicos y biológicos y otros factores de riesgo, así como su interacción con otros factores que pueden afectar a la salud y el bienestar de los trabajadores
• conocer las posibles vías de entrada de agentes en el organismo humano y los efectos que esos agentes y otros factores pueden tener en la salud
• evaluar la exposición de los trabajadores a agentes y factores potencialmente nocivos y evaluar los resultados
• evaluar los procesos y los métodos de trabajo, desde el punto de vista de la posible generación y emisión/propagación de agentes y otros factores potencialmente nocivos, con objeto de eliminar la exposición o reducirla a niveles aceptables
• diseñar y recomendar estrategias de control y evaluar su eficacia, solo o en colaboración con otros profesionales para asegurar un control eficaz y económico
• participar en el análisis del riesgo global y la gestión de un agente, proceso o lugar de trabajo, y contribuir al estableci- miento de prioridades para la gestión de riesgos
• conocer el marco jurídico para la práctica de la higiene industrial en su país
• educar, formar, informar y asesorar a personas de todos los niveles en todos los aspectos de la comunicación de riesgos
• trabajar con eficacia en un equipo interdisciplinario en el que participen también otros profesionales
• identificar los agentes y factores que pueden tener un impacto medioambiental y comprender la necesidad de integrar la prác- tica de la higiene industrial con la protección del medio ambiente Debe tenerse en cuenta que una profesión no sólo consiste en un conjunto de conocimientos, sino también en un código de ética; las asociaciones nacionales de higienistas industriales, así como la Asociación Internacional para la Higiene Industrial
(AIHI), tienen sus propios códigos de ética (OMS 1992b).

martes, 14 de abril de 2015

El técnico en higiene industrial

El técnico en higiene industrial es “una persona competente para realizar mediciones del medio ambiente del trabajo”, pero no para “realizar las interpretaciones, juicios y recomendaciones que se exigen a un higienista industrial”. El técnico en higiene industrial puede alcanzar el nivel necesario de competencias en un campo general o especializado (OMS 1992b).

lunes, 13 de abril de 2015

Higiene industrial

La higiene industrial es la ciencia de la anticipación, la identificación, la evaluación y el control de los riesgos que se originan en el lugar de trabajo o en relación con él y que pueden poner en peligro la salud y el bienestar de los trabajadores, teniendo también en cuenta su posible repercusión en las comunidades vecinas y en el medio ambiente en general.
Existen diferentes definiciones de la higiene industrial, aunque todas ellas tienen esencialmente el mismo significado y se orientan al mismo objetivo fundamental de proteger y promover la salud y el bienestar de los trabajadores, así como proteger el medio ambiente en general, a través de la adopción de medidas preventivas en el lugar de trabajo.
mente como una profesión; sin embargo, en muchos países está creándose un marco legislativo que propiciará su consolidación.

domingo, 12 de abril de 2015

HIGIENE INDUSTRIAL (II)

Sin embargo, las acciones preventivas deben iniciarse mucho antes, no sólo antes de que se manifieste cualquier daño para la salud, sino incluso antes de que se produzca la exposición. El medio ambiente de trabajo debe someterse a una vigilancia continua para que sea posible detectar, eliminar y controlar los agentes y factores peligrosos antes de que causen un efecto nocivo; ésta es la función de la higiene industrial.
Además, la higiene industrial puede contribuir también a un desarrollo seguro y sostenible, es decir, “a asegurar que [el desarrollo] atienda las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para atender sus necesi- dades” (Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo
1987). Para atender las necesidades de la actual población mundial sin agotar ni dañar los recursos mundiales y sin generar consecuencias negativas para la salud y el medio ambiente, hacen falta conocimientos y medios para influir en la acción (OMS 1992a); esto, aplicado a los procesos de trabajo, está estrechamente relacionado con la práctica de la higiene industrial.
La salud en el trabajo requiere un enfoque interdisciplinario con la participación de disciplinas fundamentales, una de las cuales es la higiene industrial, además de otras como la medicina y la enfermería del trabajo, la ergonomía y la psicología del trabajo. En la Figura 30.2 se presenta un esquema de los ámbitos de actuación de los médicos del trabajo y los higienistas industriales.

Es importante que los responsables de la toma de decisiones, los directivos y los propios trabajadores, así como todos los profesionales de la salud en el trabajo, comprendan la función básica que desempeña la higiene industrial para proteger la salud de los trabajadores y el medio ambiente, así como la necesidad de disponer de profesionales especializados en este campo.
Tampoco debe olvidarse la estrecha relación que existe entre la salud en el trabajo y la salud ambiental, puesto que la prevención de la contaminación de fuentes industriales mediante procesos adecuados de tratamiento y evacuación de residuos y desechos peligrosos debe iniciarse en el lugar de trabajo. (Véase
“Evaluación del medio ambiente de trabajo”).

sábado, 11 de abril de 2015

HIGIENE INDUSTRIAL (I)

El trabajo es esencial para la vida, el desarrollo y la satisfacción personal. Por desgracia, actividades indispensables, como la producción de alimentos, la extracción de materias primas, la fabricación de bienes, la producción de energía y la prestación de servicios implican procesos, operaciones y materiales que, en mayor o menor medida, crean riesgos para la salud de los traba- jadores, las comunidades vecinas y el medio ambiente en general. No obstante, la generación y la emisión de agentes nocivos en el medio ambiente de trabajo pueden prevenirse mediante inter- venciones adecuadas para controlar los riesgos, que no sólo protegen la salud de los trabajadores, sino que reducen también los daños al medio ambiente que suelen ir asociados a la indus- trialización. Si se elimina una sustancia química nociva de un proceso de trabajo, dejará de afectar a los trabajadores y tampoco contaminará el medio ambiente.
La profesión que se dedica específicamente a la prevención y control de los riesgos originados por los procesos de trabajo es la higiene industrial. Los objetivos de la higiene industrial son la protección y promoción de la salud de los trabajadores, la protección del medio ambiente y la contribución a un desarrollo seguro y sostenible.
La necesidad de la higiene industrial para proteger la salud de los trabajadores no debe subestimarse. Incluso cuando se puede diagnosticar y tratar una enfermedad profesional, no podrá evitarse que ésta se repita en el futuro si no cesa la exposición al agente etiológico. Mientras no se modifique un medio ambiente de trabajo insano, seguirá teniendo el potencial de dañar la salud. Sólo si se controlan los riesgos para la salud podrá romperse el círculo vicioso que se ilustra en la Figura 30.1.

viernes, 10 de abril de 2015

Historia y estado (I)

Hace aproximadamente un siglo, se reconoció que las jornadas y condiciones de trabajo en algunas minas y fábricas eran intolerables, en términos de salud y seguridad, y que era indispensable aprobar leyes que establecieran límites admisibles en estos aspectos. El establecimiento y determinación de esos límites puede considerarse como el comienzo de la ergonomía. Este fue, además, el principio de todas las actividades que ahora encuentran un medio de expresión a través del trabajo de la Organiza- ción Internacional del Trabajo (OIT).
El proceso de investigación, desarrollo y aplicación de estas leyes fue lento hasta la segunda Guerra Mundial. Este acontecimiento aceleró enormemente el desarrollo de máquinas e instru- mentos tales como vehículos, aviones, tanques y armas, y mejoró sensiblemente los dispositivos de navegación y detección. Los avances tecnológicos proporcionaron una mayor flexibilidad para permitir la adaptación al operador, una adaptación que se hizo cada vez más necesaria, porque el rendimiento humano limitaba el rendimiento del sistema. Si un vehículo motorizado sólo puede alcanzar una velocidad de algunos kilómetros por hora, no hay por qué preocuparse del rendimiento del conductor, pero si la velocidad máxima del vehículo se multi- plica por diez o por cien, entonces el conductor tiene que reac- cionar con más rapidez y no tiene tiempo para corregir errores y evitar desastres. De forma parecida, a medida que mejora la tecnología disminuye la necesidad de preocuparse por los fallos

mecánicos o eléctricos, por ejemplo, y se puede centrar la aten- ción en las necesidades del conductor.
De este modo, la ergonomía, como adaptación de la tecno- logía de la ingeniería a las necesidades del trabajador, es cada vez más necesaria y más factible, gracias a los avances tecnológicos.
El término ergonomía empezó a utilizarse alrededor de 1950, cuando las prioridades de la industria en desarrollo comenzaron a anteponerse a las prioridades de la industria militar. Singleton
(1982) describe detalladamente el desarrollo de la investigación y sus aplicaciones, a lo largo de los 30 años siguientes. Algunas organizaciones de las Naciones Unidas, en especial la OIT y la OMS, comenzaron su actividad en este campo en el decenio de 1960.

jueves, 9 de abril de 2015

NATURALEZA Y OBJETIVOS DE LA ERGONOMIA (II)

La ergonomía examina no sólo la situación pasiva del ambiente, sino también las ventajas para el operador humano y las aportaciones que éste/ésta pueda hacer si la situación de trabajo está concebida para permitir y fomentar el mejor uso de sus habilidades. Las habilidades humanas pueden caracterizarse no sólo en relación al operador humano genético, sino también en relación a habilidades más específicas, necesarias en situaciones determinadas, en las que resulta crucial un alto rendi- miento. Por ejemplo, un fabricante de automóviles deberá tener en cuenta el tamaño y la fuerza física de los posibles conductores de un determinado modelo para garantizar que los asientos sean cómodos; que los controles se identifiquen con facilidad y estén accesibles; que la visibilidad, tanto delantera como trasera, sea buena y que los indicadores interiores sean fáciles de leer. También deberá considerar la facilidad para entrar y salir del coche. En cambio, el diseñador de un coche de carreras considerará que el conductor tiene una constitución atlética, por lo que la facilidad para entrar o salir del vehículo, por ejemplo, no será tan importante e intentará ajustar todo el diseño del vehículo al tamaño y preferencias de un conductor determinado, para asegurar que éste pueda desarrollar todo su potencial y habilidad como conductor o conductora.
En cualquier situación, actividad o tarea, lo más importante es la persona o personas implicadas. Se supone que la estruc- tura, la ingeniería y otros aspectos tecnológicos están ahí para servir al operador, y no al contrario.

miércoles, 8 de abril de 2015

NATURALEZA Y OBJETIVOS DE LA ERGONOMIA (I)

Definición y campo de actividad Ergonomía significa literalmente el estudio o la medida del trabajo. En este contexto, el término trabajo significa una actividad humana con un propósito; va más allá del concepto más limitado del trabajo como una actividad para obtener un beneficio económico, al incluir todas las actividades en las que el operador humano sistemáticamente persigue un objetivo. Así, abarca los deportes y otras actividades del tiempo libre, las labores domés- ticas, como el cuidado de los niños o las labores del hogar, la educación y la formación, los servicios sociales y de salud, el control de los sistemas de ingeniería o la adaptación de los mismos, como sucede, por ejemplo, con un pasajero en un vehículo.
El operador humano, que es el centro del estudio, puede ser un profesional cualificado que maneje una máquina compleja en un entorno artificial, un cliente que haya comprado casualmente un aparato nuevo para su uso personal, un niño dentro del aula o una persona con una discapacidad, recluida a una silla de ruedas. El ser humano es sumamente adaptable, pero su capa- cidad de adaptación no es infinita. Existen intervalos de condiciones óptimas para cualquier actividad. Una de las labores de la ergonomía consiste en definir cuáles son estos intervalos y explorar los efectos no deseados que se producirán en caso de superar los límites; por ejemplo, qué sucede si una persona desa- rrolla su trabajo en condiciones de calor, ruido o vibraciones excesivas, o si la carga física o mental de trabajo es demasiado elevada o demasiado reducida.


martes, 7 de abril de 2015

ERGONOMIA (II)

Etimológicamente, el término “ergonomía” proviene del griego “nomos”, que significa norma, y “ergo”, que significa trabajo. Podría proponerse que la ergonomía debería desarrollar
“normas” para una concepción prospectiva del diseño más encaminada hacia el futuro. Al contrario de la “ergonomía correctiva”, la idea de la ergonomía prospectiva se basa en aplicar recomendaciones ergonómicas que tienen en cuenta, simultá- neamente, los márgenes de beneficios (Laurig 1992).
Las normas básicas para el desarrollo de este enfoque pueden deducirse de la experiencia práctica y fortalecerse con los resultados de la higiene del trabajo y las investigaciones ergonómicas. En otras palabras, el término ergonomía prospectiva significa buscar alternativas en el diseño del trabajo que eviten la fatiga y el agotamiento del trabajador, con el objeto de promover la productividad humana (“...en beneficio propio y de los demás”). Este enfoque global de la ergonomía prospectiva incluye el diseño del equipo y del lugar de trabajo, así como el diseño de las condi- ciones de trabajo determinadas por una cantidad cada vez mayor de procesamiento de la información y una organización del trabajo en continua evolución. La ergonomía prospectiva es, por lo tanto, un enfoque interdisciplinario de investigadores y médicos de muy diversos campos unidos por el mismo objetivo, y parte de una base general para una concepción moderna de la salud y la seguridad en el trabajo (UNESCO 1992).
Con este criterio, el capítulo de Ergonomía de la cuarta edición de la Enciclopedia de la OIT abarca los diferentes grupos de conocimientos y experiencias orientados hacia las características y capacidades del trabajador y que tienen como objetivo el uso óptimo del recurso “trabajo humano” haciendo el trabajo más “ergonómico”, es decir, más humano.
La elección de los temas y de la estructura de los artículos de este capítulo sigue la estructura de las preguntas típicas del campo, tal como se practica en la industria. El capítulo comienza con los objetivos, principios y métodos de la ergonomía y los artículos siguientes abarcan los principios fundamentales de las ciencias básicas, como la fisiología y la psicología. Con esta base, los siguientes artículos tratan sobre los aspectos principales de la concepción ergonómica de las condiciones de trabajo, desde la organización del trabajo hasta el diseño de productos.
“Diseño para todos” hace énfasis en un enfoque ergonómico basado en las características y capacidades del trabajador, un concepto que con frecuencia se olvida en la práctica. La impor- tancia y la diversidad de la ergonomía se muestra en dos ejem- plos al final del capítulo, y también se refleja en el hecho de que muchos otros capítulos de esta edición de la Enciclopedia de la OIT, como Calor y frío, Ruido, Vibraciones y Pantallas de visualización de datos, y prácticamente todos los capítulos de las secciones Gestión de la Seguridad y Prevención, Gestión y Política, están directa- mente relacionados con la ergonomía.

lunes, 6 de abril de 2015

ERGONOMIA (I)

En la tercera edición de la Enciclopedia de la OIT, publicada en 1983, la ergonomía se resumió en un artículo de tan sólo cuatro páginas. Desde la publicación de la tercera edición, ha habido un cambio importante en el énfasis y en la comprensión de las interrelaciones entre salud y seguridad: el mundo ya no puede clasifi- carse tan fácilmente en medicina, seguridad y prevención de riesgos. Durante la última década, en casi todas las ramas del sector de producción y servicios se ha hecho un gran esfuerzo por mejorar la productividad y la calidad. Este proceso de reestructuración ha generado una experiencia práctica que demuestra claramente que la productividad y la calidad están directamente relacionadas con el diseño de las condiciones de trabajo. Una medida económica directa de la productividad, los costes del absentismo por enfermedad, está relacionada con las condiciones de trabajo. Así, debería ser posible aumentar la productividad y la calidad y evitar el absentismo prestando más atención a la concepción de las condiciones de trabajo.
En resumen, una hipótesis simple de la ergonomía moderna podría ser: el dolor y el agotamiento causan riesgos para la salud, pérdidas en la productividad y disminución de la calidad, que son las medidas de los costes y beneficios del trabajo humano.
Esta sencilla hipótesis puede ser contrastada con la medicina del trabajo, que generalmente se ocupa exclusivamente de establecer la etiología de las enfermedades profesionales. El objetivo de la medicina del trabajo es establecer las condiciones en las que se minimice la probabilidad de desarrollar dichas enferme- dades. Empleando los principios de la ergonomía, estas condi- ciones pueden definirse más fácilmente en forma de demandas y limitaciones de carga. Puede decirse que la medicina del trabajo establece “limitaciones a través de estudios médico-científicos”. La ergonomía tradicional considera que su papel consiste en definir los métodos que permiten poner en práctica las limita- ciones que establece la medicina del trabajo, a través del diseño
y la organización del trabajo. Así, la ergonomía tradicional podría definirse como aquella que desarrolla “correcciones a través de estudios científicos”, donde “correcciones” son todas aquellas recomendaciones para la concepción del trabajo en las que se presta atención a los límites de carga sólo para evitar los riesgos para la salud. Una característica de estas recomenda- ciones correctivas es que quienes las practican se quedan final- mente solos en su tarea de aplicarlas, ya que no existe un trabajo de equipo multidisciplinario.
El objetivo original cuando se inventó la ergonomía, en 1857, contrasta con esta “ergonomía correctiva”:
 un enfoque científico que nos permitirá cosechar, en beneficio propio y de los demás, los mejores frutos del trabajo de toda la vida con el mínimo esfuerzo y la máxima satisfacción (Jastrzebowski 1857).

domingo, 5 de abril de 2015

Confusión

La confusión se produce cuando la asociación observada entre la exposición y la enfermedad es en parte el resultado de la combinación del efecto de la exposición estudiada y de otro factor. Supongamos, por ejemplo, que hemos observado un mayor riesgo de cáncer de pulmón en los soldadores. Inmediatamente nos veremos tentados a concluir que existe una relación causal entre la exposición a los gases de soldadura y el cáncer de pulmón. Sin embargo, sabemos también que el tabaco es uno de los principales factores de riesgo para el cáncer de pulmón. Por consiguiente, si disponemos de información, lo primero que haremos será comprobar si los soldadores y otros participantes del estudio fuman o no. Es posible que los soldadores fumen más que otros trabajadores. Si así fuera, sabríamos ya que el tabaco está asociado con el cáncer de pulmón y, al mismo tiempo, habríamos observado que en nuestro estudio el tabaco está también asociado a la profesión de soldador. En términos epidemiológicos, eso significa que el tabaquismo, al estar relacionado tanto con el cáncer de pulmón como con la profesión de soldador, está confundiendo la asociación entre la profesión de soldador y cáncer de pulmón.

sábado, 4 de abril de 2015

Evaluación diferencial de la exposición en estudios de casos y controles

En los estudios de casos y controles, la enfermedad ya se ha producido en el momento de iniciarse el estudio y debe recopilarse información sobre las exposiciones en el pasado. La actitud de los encuestadores o de los participantes puede introducir un sesgo en el estudio. La información suele ser recogida por encues- tadores expertos que pueden o no conocer la hipótesis de la investigación. Por ejemplo, si se realiza un estudio de casos y controles del cáncer de vejiga basado en la población en una región alta- mente industrializada, es probable que el personal del estudio conozca el hecho de que determinadas sustancias químicas, como las aminas aromáticas, son factores de riesgo para el cáncer de vejiga. Si también saben quién ha desarrollado la enfermedad y quién no, es probable que realicen encuestas más minuciosas a los casos de cáncer de vejiga que a los controles. Es posible que intenten recabar información más detallada sobre los empleos anteriores de los casos, buscando sistemáticamente la exposición
a aminas aromáticas y, por el contrario, que registren de forma más rutinaria los empleos de los controles. El sesgo resultante se denomina sesgo por sospecha de exposición.
Los propios participantes pueden ser también responsables de este tipo de sesgo. Es lo que se llama sesgo de memoria para distin- guirlo del sesgo del encuestador. En ambos casos, el sesgo se produce como resultado de la sospecha de exposición. Las personas enfermas pueden sospechar que su enfermedad es de origen profesional y, por consiguiente, intentarán recordar con la mayor exactitud posible todos los agentes peligrosos a los que han podido estar expuestos. En el caso de que hayan manipu- lado productos indefinidos, es posible que recuerden mejor los nombres de sustancias químicas precisas, particularmente si se les muestra una lista de productos sospechosos. Por el contrario, la probabilidad de que los controles pasen por el mismo proceso mental es menor.

viernes, 3 de abril de 2015

Pérdidas diferenciales en los estudios retrospectivos de cohortes

En los estudios retrospectivos de cohortes puede producirse el mecanismo inverso al descrito en el apartado anterior. En estos estudios, el proceso habitual consiste en consultar los archivos de todas las personas que han trabajado en determinada industria en el pasado y evaluar la morbilidad o mortalidad posterior a su empleo. Lamentablemente, estos archivos suelen estar incom- pletos y el hecho de que una persona no aparezca en ellos puede deberse a su situación de exposición, a su enfermedad o a ambas cosas. Por ejemplo, en un reciente estudio realizado en la indus- tria química de los trabajadores expuestos a aminas aromáticas, se detectaron ocho tumores en un grupo de 777 trabajadores que habían sido sometidos a exploración citológica selectiva para la detección de tumores urinarios. En total, sólo se observó la ausencia de 34 historias, lo que suponía una pérdida del 4,4 % en el archivo de evaluación a la exposición; sin embargo, en lo que respecta a los casos de cáncer de vejiga, faltaban los datos de exposición correspondientes a dos de los ocho casos, o un 25 %. Esto demuestra que la probabilidad de pérdida fue mayor para las historias de las personas que se convirtieron en casos que para las historias de otros trabajadores, lo cual puede deberse a una mayor rotación del puesto de trabajo en la empresa (posiblemente relacionada con los efectos de la exposición), o a dimisión, despido o mera casualidad.

jueves, 2 de abril de 2015

Evaluación diferencial del efecto para la salud en estudios prospectivos de seguimiento (cohortes)

Al inicio del estudio se definen dos grupos: los expuestos y los no expuestos. Si la búsqueda de casos difiere en estos dos grupos, se incorporará un sesgo de diagnóstico. Por ejemplo, consideremos una cohorte de personas expuestas a una emisión accidental de dioxina en determinado sector industrial. Se establece un sistema de seguimiento para los trabajadores sometidos a elevadas exposi- ciones que consiste en reconocimientos médicos y control bioló- gico a intervalos regulares, mientras que el resto de los trabajadores siguen recibiendo la asistencia habitual. En esta situación, es muy probable que se identifiquen más casos de enfermedad en el grupo sometido a una estrecha vigilancia, lo que podría dar como resultado una sobrestimación del riesgo.

miércoles, 1 de abril de 2015

Sesgo de información

Este tipo de sesgo se llama también sesgo de observación y afecta al efecto para la salud en los estudios de seguimiento y a la evaluación de la exposición en los estudios de casos y controles.

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