lunes, 28 de febrero de 2011

Relación entre exposición, dosis inter na y efectos

El estudio de la concentración de una sustancia en el medio ambiente de trabajo y la determinación simultánea de los indicadores de dosis y efecto en los sujetos expuestos permite obtener información acerca de la relación entre exposición en el trabajo y concentración de la sustancia en muestras biológicas, y entre esta última y los efectos precoces de la exposición.
El conocimiento de las relaciones entre la dosis de una sustancia y el efecto que produce es un requisito esencial para poner en marcha un programa de control biológico. La evalua- ción de esta relación dosis-efecto está basada en el análisis del grado de asociación existente entre el indicador de dosis y el indicador de efecto, y en el estudio de las variaciones cuantitativas de este último ante cualquier variación del indicador de dosis. (Véase también el capítulo Toxicología, donde se debaten con mayor detenimiento las relaciones vinculadas con la dosis.)
Mediante el estudio de la relación dosis-efecto es posible idtificar la concentración de la sustancia tóxica para la que el indicador de efecto supera los valores considerados actualmente como no nocivos. Además, de esta forma también sería posible determinar el nivel sin efecto.

Dado que no todos los individuos de un grupo reaccionan de la misma manera, es necesario examinar la relación dosis-respuesta, en otras palabras, la forma en que el grupo responde a la exposición, evaluando la aparición del efecto en comparación con la dosis interna. El término respuesta indica el porcentaje de sujetos del grupo que muestran una variación cuantitativa específica en un indicador de efecto para cada dosis.

domingo, 27 de febrero de 2011

Información requerida para el desarrollo de métodos y criterios para la selección de pruebas biológicas

Para la programación del control biológico se requieren las siguientes condiciones básicas:

• conocimiento del metabolismo de una sustancia exógena en el organismo humano (toxicocinética);
• conocimiento de las alteraciones que se producen en el órgano crítico (toxicodinámica);
• existencia de indicadores;
• existencia de métodos analíticos suficientemente exactos;
• posibilidad de empleo de muestras biológicas de fácil obtención en las que se puedan medir los indicadores;
• existencia de relaciones dosis-efecto y dosis-respuesta y conocimiento de las mismas;
• validez de predicción de los indicadores.

En este contexto, la validez de una prueba es el grado en que el parámetro considerado predice la situación tal como realmente es (es decir, tal como la mostrarían instrumentos de medición más exactos). La validez está determinada por la combinación de dos propiedades: sensibilidad y especificidad. Si una prueba posee una elevada sensibilidad, proporcionará pocos falsos negativos; si posee una especificidad elevada, proporcio- nará pocos falsos positivos (CCE 1985-1989).

sábado, 26 de febrero de 2011

Ventajas y limitaciones del control biológico (II)

A pesar de estas ventajas, el control biológico todavía presenta en la actualidad considerables limitaciones, las más significativas de las cuales son las siguientes:

• El número de sustancias que se pueden controlar biológicamente es bastante pequeño.
• En caso de exposición aguda, el control biológico sólo ofrece información útil sobre la exposición a sustancias que se metabolizan rápidamente, por ejemplo disolventes aromáticos.
• El significado de los indicadores biológicos no se ha definido claramente; por ejemplo, no siempre se sabe si los niveles de una sustancia medidos en material biológico reflejan una expo- sición actual o acumulativa (p. ej., cadmio y mercurio urina- rios).
• En general, los indicadores biológicos de dosis interna permiten evaluar el grado de exposición, pero no proporcionan datos determinantes de la cantidad real presente en el órgano crítico.
• A menudo no se conocen las interferencias que en el metabolismo de la sustancia controlada puedan ejercer sustancias exógenas a las que el organismo está expuesto simul- táneamente en el medio ambiente general y de trabajo.
• No siempre se conocen suficientemente las relaciones exis- tentes entre los niveles de exposición ambiental y los niveles de los indicadores biológicos, por una parte, y entre los niveles de los indicadores biológicos y sus posibles efectos sobre la salud, por otra.
• El número de indicadores biológicos para los que existen índices biológicos de exposición (BEI) es bastante limitado. Se precisa información de seguimiento para determinar si una sustancia que actualmente se considera incapaz de producir un efecto adverso puede ser considerada como peligrosa en el futuro.
• El BEI suele corresponder al nivel de agente que comunmente puede obtenerse en un especimen tomado en un trabajador sano, que haya estado expuesto a niveles ambientales, de dicho agente, iguales al valor TLV-TWA.

viernes, 25 de febrero de 2011

Lista de enfermedades profesionales Convenio nº 121 y Recomendación nº 121 (III

incorporación de la mujer al mundo del trabajo en todos los países pone de relieve el problema de los trastornos en la reproducción asociados al lugar de trabajo, como la infertilidad, las disfunciones sexuales y los efectos sobre el feto y el embarazo producidos por la exposición a los agentes químicos y a otros factores presentes en el lugar de trabajo, incluida la fatiga debida a causas ergonómicas. Existen pruebas cada vez más firmes de que los varones pueden verse afectados por estos mismos problemas.
En este contexto de evolución de los patrones demográficos y del riesgo, se impone una revisión de la lista y la adición de las nuevas enfermedades consideradas profesionales. Por consiguientes, es preciso actualizar la lista adjunta al Convenio nº 121 e incluir en ella los trastornos generalmente reconocidos como de origen profesional y los que entrañan más peligros para la salud. De hecho, en diciembre de 1991 la OIT celebró en Ginebra una reunión informal al respecto. En el dictamen de los expertos se incluía un proyecto de nueva lista, que se reproduce en la Tabla 26.1.
Se ha propuesto un nuevo formato en el que la lista se desglosa en las tres categorías siguientes:
1. Enfermedades causadas por agentes (químicos, físicos, biológicos).
2. Enfermedades que afectan a varios sistemas orgánicos (respiratorio, cutáneo, musculosquelético);.
3. Cáncer de origen profesional.

jueves, 24 de febrero de 2011

Lista de enfermedades profesionales Convenio nº 121 y Recomendación nº 121 (II)

Se conocen los riegos que algunos nuevos productos químicos entrañan para la salud humana, y se concede una importancia especial a los experimentos biológicos a corto plazo y a la expo-ición prolongada de cobayas a los efectos de esas sustancias, con objeto de evaluar su potencial tóxico y cancerígeno. Es probable que la exposición de la población trabajadora se mantenga en unos niveles bajos en los países desarrollados, pero no existe idéntica seguridad respecto al uso de productos químicos en muchos otros países. Si bien existen pocas dudas de que estos productos contribuyen al incremento de los rendimientos agrícolas a corto plazo, además de permitir un mayor control de las enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria, no se sabe exactamente en qué condiciones de control se deben utilizar para que no menoscaben seriamente la salud de los trabajadores agrícolas y de las personas que consumen los alimentos así producidos. Aparentemente, en algunos países, su empleo ha producido intoxicaciones a un gran número de traba- jadores agrarios. Incluso en los países más desarrollados, la salud de los agricultores plantea problemas muy serios, debido a que su aislamiento y la falta de supervisión los expone a un riesgo real. La persistencia de la producción de ciertos productos químicos en países en los que su uso se encuentra prohibido, para su exportación a otros países en los que no existe tal prohi- bición, es un tema que debe destacarse.
Especial atención han merecido el proyecto y funcionamiento de los modernos edificios inteligentes y del equipo electrónico de oficina. Los movimientos repetitivos realizados de modo continuo se consideran generalmente causantes de trastornos que debilitan la salud.
Aunque la emisión de humo de tabaco en el lugar de trabajo no se considera, por sí misma, una causa de enfermedad profe- sional, podría crear problemas en el futuro, puesto que los no fumadores se muestran cada vez más intolerantes al respecto. Es probable que la presión por la venta de productos de tabaco en los países en desarrollo produzca en el futuro cercano una epidemia nunca vista de enfermedades. La exposición de los no fumadores a la contaminación producida por el humo del tabaco será objeto de creciente debate en el futuro y, en algunos países, ya se han dictado medidas legislativas al respecto. Particularmente grave es el peligro que corren los trabajadores del sector sanitario, que están expuestos a una extensa gama de productos químicos, agentes irritantes e infecciones. El SIDA y la hepatitis son buenos ejemplos.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Lista de enfermedades profesionales Convenio nº 121 y Recomendación nº 121

La lista de la OIT desempeña una función clave en la armonización del desarrollo de la política relativa a las enfermedades profesionales y a la promoción de su prevención. De hecho, ha logrado una importancia considerable en el campo de la salud y la seguridad en el trabajo. En ella se especifican claramente los trastornos o enfermedades susceptibles de prevención. En realidad, la lista no incluye la totalidad de las enfermedades profesionales; su objeto es exponer las que tienen mayor incidencia en las empresas de muchos países y cuya prevención puede beneficiar en mayor medida la salud de los trabajadores. Debido al cambio profundo y continuo que experimentan los sistemas de empleo y de riesgos, y a la evolución de los conocimientos aportada por los estudios epidemiológicos y la investigación, es preciso ampliar y actualizar la lista, para que refleje la evolución de los conocimientos, en aras de un trato justo a los afectados.
En los países desarrollados, la industria pesada, como la side- rurgia y la minería subterránea, ha experimentado una disminución considerable, y las condiciones ambientales han mejorado.

La importancia relativa de los sectores de servicios y de gestión automatizada se han incrementado. Un porcentaje mucho mayor de la población activa está constituido por mujeres que, además, en su mayor parte, realizan las tareas domésticas y cuidan de los hijos. La necesidad de cuidados de los hijos pequeños somete a las mujeres a un estrés creciente. Las jornadas nocturnas y el trabajo en turnos rotatorios se han convertido en prácticas habituales. El estrés, en todas sus manifestaciones, es actualmente un problema importante.
En los países en desarrollo, la industria pesada crece rápidamente para satisfacer las necesidades de los mercados locales y de exportación, además de crear empleo para una población que aumenta rápidamente. Los habitantes de las zonas rurales se desplazan a las ciudades en busca de empleo y para huir de la pobreza.

martes, 22 de febrero de 2011

Cuestiones médicas (II)

En regímenes administrados por compañías de seguros, es normal que el asegurador o la empresa participen en la decisión sobre cuestiones médicas y que para ello tengan acceso a infor- mación médica. Cuando el régimen es de seguros sociales, una justificación de esa opción es preservar la confidencialidad de la información médica. Puede prohibirse a las empresas tomar parte en la decisión sobre cuestiones médicas o puede carecer de incentivo participar porque la prima a pagar no varía de acuerdo con el coste por reclamaciones. Cuando se utiliza el baremo según experiencia, el sistema se rige por el principio de contradicción y suele comunicarse a la empresa la información médica acerca del trabajador.
A veces, existe un árbitro médico externo o un grupo médico para algunos casos. En algunas jurisdicciones, las conclusiones del panel médico o del árbitro son definitivas y vinculantes. En otras, están sujetas a contradicción mediante nuevas pruebas médicas o argumentos en el proceso ordinario de apelación.

Cuando se dispone de una estructura o procedimiento separado para la solución de una cuestión médica, hay que decidir antes qué cuestiones son “médicas”. La responsabilidad de la decisión corresponde normalmente al responsable de decidir sobre la cuestión general. Existe un consenso general sobre lo que es una cuestión “médica”, pero hay cierta diferencia de opiniones. Por ejemplo, en casos de incapacidad permanente, cuando se utiliza el método del deterioro físico para fijar la pensión, el establecimiento del grado (porcentaje) de deterioro se considera en algunas jurisdicciones una cuestión médica. En otras se considera como una cuestión general que requiere un dictamen médico.

lunes, 21 de febrero de 2011

Cuestiones médicas (I)

Algunas jurisdicciones exigen que el solicitante o el médico que le atiende presenten un “certificado” médico. Otras, que el médico encargado presente un “informe”. El “certificado” se considera a veces decisivo, mientras que el “informe” médico suele tener el valor de una prueba más, que se valorará en el conjunto de las pruebas.
Las cuestiones médicas suelen decidirse de la misma manera que otras cuestiones de hecho, pero algunas jurisdicciones han establecido disposiciones especiales al respecto. Las agencias reconocidas cuentan con frecuencia con médicos que asesoran o deciden en este campo. En muchas jurisdicciones, el reclamante ha de someterse a cualquier reconocimiento médico ordenado por la autoridad que concede la indemnización por accidentes de trabajo o por otro asegurador. En unos casos, el reconocimiento se encomienda a un médico nombrado por la empresa, pero tales disposiciones se critican por el riesgo de daños terapéuticos o de pérdida de confidencialidad de la información médica. En casos de muerte, normalmente se utilizan los informes de la autopsia como prueba de la causa del fallecimiento. A veces se utilizan certificados de defunción, pero no suelen ser muy fiables en lo que conciernen a las causas de la muerte.
La interacción entre los aspectos médicos y los jurídicos plantea algunos de los problemas más comunes y difíciles de las decisiones sobre reconocimiento de los derechos. Probablemente, el ejemplo más común sea la presentación de informes elaborados por médicos que no han sido informados sobre las cuestiones legalmente pertinentes sometidas a ellos. En tal caso, el “informe médico” incluye con frecuencia, explícita o implíci- tamente, supuestos sobre antecedentes (que a veces son erróneos), una opinión sobre la ley (que es comúnmente errónea), así como opiniones médicas. Combatir estos extremos de un informe médico requiere unos conocimientos jurídicos que normalmente no se encuentran en la primera instancia. Para obviar el problema, algunas jurisdicciones exigen que se formule la cuestión médica jurídicamente pertinente antes de pedir el dictamen médico correspondiente.

domingo, 20 de febrero de 2011

Terminación

La indemnización por accidentes de trabajo difiere de los litigios ordinarios en los tribunales en su terminación. Cuando se presenta ante los tribunales una reclamación por lesión personal según la ley general, la sentencia es normalmente definitiva. En la indemnización por accidentes de trabajo suele haber disposi- ciones sobre reapertura del juicio en caso de que se produzcan ciertos cambios en las circunstancias. El caso más común se da cuando se ha concedido una pensión por incapacidad parcial permanente y algunos años después la incapacidad se ha agra- vado (o, raras veces, se ha curado).
Cuanto la indemnización por accidentes de trabajo se enmarca en un régimen de seguros sociales, es normal permitir la reapertura del caso aun cuando no haya habido cambio de circunstancias. Estas disposiciones sobre reapertura (o reconside- ración) sirven a una finalidad útil, pero pueden dar lugar a abusos de los administradores del régimen. Una práctica común consiste en desviar toda reclamación o apelación a un proceso de revisión. Las consecuencias negativas son diversas. Una es el retraso en el reconocimiento del derecho, a veces con el consiguiente retraso de la rehabilitación. Otra es la que se produce cuando se deniega la primera solicitud por pruebas incompletas o dudosa, reconsiderándola con posterioridad si el solicitante recurre la decisión. En tal caso habría que proceder a una investigación para completar las pruebas. Dicha investigación debería haber sido realizada en la primera instancia. Esta forma de utilizar la “revisión” tiene una influencia negativa en la calidad de las primeras instancias y puede ser causa de injusticia para quienes se conforman en el primer reconocimiento y no recurren.

sábado, 19 de febrero de 2011

Discriminación por razón de sexo, embarazo y parto (V)

Este enfoque, como el analizado anteriormente, permite resolver algunos problemas, pero no todos: el diferente nivel de prestaciones concedidas a las mujeres puede convertirlas en trabajadoras menos solicitadas y más caras, y fomentar la discri- minación por razón de sexo; además, el hecho de no garantizar la protección de los trabajadores varones respecto a los riesgos para la reproducción, puede dar lugar a enfermedades y lesiones en el futuro.
Las disposiciones que otorgan a las mujeres el derecho a solicitar traslados, modificación de las condiciones de trabajo y otras adaptaciones, ponen de relieve la importancia del modo en que se asignan los derechos y las obligaciones entre trabajadores y empresas: el derecho de los primeros a solicitar ciertas presta- ciones, que las segundas deben conceder, es acorde con los principios de igualdad, mientras que las normas que permiten a las empresas imponer restricciones no deseadas a los trabajadores, aunque sea “por su propio bien”, no lo son. Permitir a las empresas que controlen las condiciones de trabajo de las mujeres, a diferencia de las de los hombres, puede privar a éstas, como colectivo, del poder para tomar decisiones y de autonomía personal e iría en contra de los conceptos básicos de igualdad. La idea de que los trabajadores conserven el control sobre las decisiones relacionadas con la salud, aunque se exija a las empresas que observen determinadas normas y ofrezcan ciertas prestaciones, ya ha sido admitida en lo que se refiere al control biológico (OIT 1985), y es igualmente aplicable para satisfacer las necesidades en materia de salud de las mujeres y otros subgrupos de trabajadores.
Como indica el análisis anterior, las iniciativas adoptadas para proteger a las trabajadoras como grupo específico, basadas en la no concesión de prestaciones a otros trabajadores, han obtenido un éxito relativo. No cabe duda de que algunas mujeres se han beneficiado, pero no todas. Una aplicación deficiente, sobre todo en el caso de las leyes sobre prestaciones por maternidad, ha limitado su pretendido efecto positivo. La restricción de las posibilidades de empleo de las trabajadoras, como en el caso del trabajo nocturno, impone penalizaciones económicas y de otros tipos a las mujeres, al reducir sus opciones, oportunidades y cotizaciones.

viernes, 18 de febrero de 2011

Discriminación por razón de sexo, embarazo y parto (V)

La evolución de los esfuerzos para proteger a las mujeres de los efectos de los lugares de trabajo peligrosos y de las sustancias tóxicas en el trabajo, coinciden en parte con los observados en el análisis del trabajo nocturno. A principios del siglo XX, la OIT y un gran número de países impidieron la presencia de las mujeres en lugares de trabajo peligrosos, como demuestran los convenios que prohíben la exposición de mujeres y niños al plomo (OIT 1919b). Por costumbre y en virtud de la legislación, no se permitía el acceso de las mujeres a muchos tipos de actividad, desde el servicio en bares hasta la minería. Estas restricciones perjudicaban las posibilidades de empleo y la situación económica de las mujeres y se aplicaban de forma incongruente, al impedir su acceso a puestos lucrativos ocupados exclusiva- mente por hombres, mientras se permitía el desempeño de trabajos igualmente peligrosos, pero peor remunerados, realizados con frecuencia por mujeres. Los críticos señalan que todos los trabajadores necesitan protección frente a los productos químicos tóxicos.
En Estados Unidos, las iniciativas para excluir a las mujeres de los trabajos peligrosos recibieron el nombre de políticas de
“protección fetal”. Sus defensores afirmaban que el feto es más sensible a determinados riesgos en el trabajo y que, por tanto, era razonable evitar la presencia en estos ambientes de trabajo de las mujeres que están o pueden estar embarazadas. El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó esta postura y sostuvo que las prácticas de salud y seguridad en el trabajo deben cubrir las necesidades de hombres y mujeres. En la resolución del Tribunal se defiende firmemente el derecho de las mujeres al trabajo y se reconoce el derecho a la protección de la salud, concediéndole la misma importancia. En un plano teórico, esta resolución otorga el mismo peso y respeto a los objetivos y las obligaciones relativas a la igualdad y a la salud y la seguridad. En la práctica, algunos sectores han expresado su preocupación ante la posibilidad de que la ausencia de meca- nismos adecuados que garanticen el cumplimiento de la legisla- ción sobre salud y seguridad en el trabajo sitúe a hombres y mujeres en una situación de vulnerabilidad frente a las enfermedades del sistema reproductor y de otro tipo (International Union 1991).
Otros países han buscado una solución diferente. Por ejemplo, la Ley sobre el permiso especial de maternidad de Finlandia, que entró en vigor en julio de 1991, permite a las mujeres expuestas a agentes considerados nocivos para el embarazo o el hijo solicitar, desde el inicio de su estado, un traslado a otro puesto de trabajo exento de riesgos. Si tal puesto no se encuentra disponible, pueden optar a un permiso y a prestaciones especiales por maternidad (Taskinen 1993). Del mismo modo, en la Directiva relativa a las trabajadoras embarazadas (92/85/CEE) se contemplan diversas medidas en favor de las mujeres que necesitan una protección adicional en períodos de embarazo o de lactancia, incluida la modificación del medio ambiente o las condiciones de trabajo, el traslado temporal y la concesión de permisos.

jueves, 17 de febrero de 2011

Discriminación por razón de sexo, embarazo y parto (IV)

Este tipo de incoherencias, junto con la desventaja económica experimentada por las trabajadoras, provocaron las críticas contra las restricciones del trabajo nocturno de las mujeres, que en Estados Unidos fueron sustituidas finalmente por garantías jurídicas frente a la explotación de los trabajadores de ambos sexos. La Ley sobre la igualdad en el trabajo de Estados Unidos, asegura el establecimiento de normas que regulan el empleo. Otros países han rechazado igualmente un planteamiento específico por sexos en relación con la protección de las trabaja- doras, como respuesta a una sensibilización cada vez mayor respecto a la penalización económica que este enfoque representa y a otros aspectos de la discriminación por razón de sexo. En 1991, el Tribunal de Justicia de la CEE estableció que, de acuerdo con la Directiva 76/207/CEE, los Estados miembros no pueden prohibir mediante ley el trabajo nocturno de las mujeres. La Comisión Europea solicitó a los Estados miembros de la OIT que habían ratificado el Convenio que prohíbe este tipo de actividad a las mujeres que renunciaran a él, y muchos de ellos han accedido. En 1992, el Tribunal Constitucional de Alemania declaró anticonstitucional la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres. En los últimos diez años, leyes que prohíben esta actividad a las mujeres han sido derogadas en Barbados, Canadá, España, Guyana, Irlanda, Israel, Nueva Zelanda y Surinam. Actualmente, 20 países no incluyen en su legislación ninguna restricción del trabajo nocturno de las mujeres. La OIT ha publicado un resumen de las acciones de derogación de las leyes protectoras anteriores a 1989 (1989b).
Esta tendencia es especialmente acusada en los países desarrollados, en los que las mujeres disfrutan de derechos exigibles por ley que protegen su situación legal, y los derechos en materia de salud y seguridad en el trabajo están reconocidos. Por el contrario, en los países donde las condiciones de las mujeres son
“deplorables” y mucho peores que las de los hombres, se argu- menta en ocasiones que “se necesita más protección, y no menos” (OIT 1989b). Por ejemplo, la semana laboral media de las mujeres de Kenya, de 50,9 horas, excede con mucho a las
33,2 horas por semana que trabajan los hombres (Waga 1992). A pesar de estas advertencias, proteger a las trabajadoras limi- tando sus posibilidades de trabajo presenta, en términos generales, claras desventajas. En junio de 1990, la OIT aprobó el Convenio sobre trabajo nocturno (nº 171), en el que se declara que todas las personas que trabajan por la noche, no sólo las mujeres, necesitan protección (OIT 1990). Este enfoque es cohe- rente con la postura general de la OIT, según la cual todo tipo de “trabajo debe desarrollarse en un medio ambiente seguro y saludable” (OIT 1989) y concede la misma consideración a la protección de la saludya la igualdad en el trabajo.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Competencias según el objeto de la inspección (II)

Existe una solución intermedia, consistente en un sistema en el que los inspectores, además de ejercer competencias en nume- rosos campos, poseen los conocimientos técnicos necesarios para descubrir las posibles situaciones de riesgo y recabar la asistencia de especialistas en medicina, química e ingeniería, de confor- midad con lo previsto en el Convenio nº 81. Esto es lo que ocurre en Francia. Otro ejemplo es el del Reino Unido, donde los inspectores generales de salud y seguridad recaban la ayuda de inspectores especializados en las materias más técnicas (electricidad, química, energía nuclear, etc.) cuando se producen problemas específicos. Esto ha producido en la inspección de trabajo una cierta tendencia a convertirse en una actividad multidisciplinaria, condición que ya posee en los Países Bajos y en Dinamarca, y en otros países nórdicos, en los que existen equipos de inspección de distrito compuestos, además de por los inspectores (que han recibido una formación técnica), por un número de ingenieros, médicos, psicólogos, abogados y ergó- nomos. La presencia de estos equipos multidisciplinarios confiere a los coordinadores una visión global de los diversos aspectos de las condiciones de trabajo y les permite basar sus decisiones en una síntesis de las opiniones conocidas. Aunque sumamente costoso, el sistema resulta sumamente eficaz, siempre que exista una coordinación efectiva del trabajo de los diversos especialistas.
El proceso de unificación o, al menos, de coordinación de los servicios de inspección, que se ha venido desarrollando en cierto número de países, se explica en virtud de las estrechas relaciones existentes entre los distintos aspectos de las condiciones de trabajo. Dicho proceso satisface las expectativas, tanto de los funcionarios responsables de la supervisión, como de los trabajadores y sus sindicatos. Los trabajadores con problemas no comprenden por qué tienen que recurrir a un funcionario distinto para abordar cada aspecto del problema y exponer nuevamente la situación en cada entrevista, quizás con una perdida considerable de tiempo. El interés del sindicato consiste en mejorar la eficacia de la inspección de trabajo y facilitar los contactos entre ésta y los afiliados.

martes, 15 de febrero de 2011

Competencias según el objeto de la inspección (I)

Los servicios de inspección de trabajo supervisan el cumplimiento de las disposiciones legales aplicables en muchos y muy diversos campos, como la salud y seguridad, las condiciones de trabajo, los salarios y las relaciones laborales.
En algunos países, como Bélgica, Italia y el Reino Unido, los sistemas de inspección de trabajo cuentan con diversos servicios especializados en los diferentes tipos de inspección. En Bélgica existe una inspección técnica dedicada a la prevención y la segu- ridad en las empresas, una inspección médica responsable de la salud e higiene, una inspección especializada en la legislación social reguladora de las condiciones de empleo (salarios, horas de trabajo, etcétera) y una inspección que verifica el pago de las cotizaciones sociales, aparte de un cuerpo de funcionarios espe- cializados en las relaciones laborales. En este tipo de sistemas, si bien cada servicio se especializa en un campo determinado, sus competencias abarcan, por lo general, la totalidad de los sectores económicos.
La especialización de los inspectores de trabajo ha venido impuesta por la creciente complejidad de la función inspectora. Los defensores de la especialización aducen que un inspector no puede poseer todos los conocimientos necesarios para abordar la totalidad de los problemas que la protección de los trabajadores plantea. En algunos países, la especialización ha llegado a un extremo tal que las condiciones de trabajo, entendidas en el sentido más amplio de la expresión, pueden estar sometidas a cuatro o cinco tipos de inspección en una misma empresa.
En otros países, por contra, existe un sistema único y un sólo cuerpo de funcionarios competentes en todas las cuestiones relacionadas con la inspección de trabajo. Este es el caso de Austria, Alemania y los países francófonos de Africa, por ejemplo. Por razones obvias, estos últimos países no han podido asumir el considerable gasto de organizar varios cuerpos especializados y se han conformado con crear una inspección única adscrita al ministerio de trabajo. En estos casos, la inspección se responsabiliza de la totalidad de las tareas que se desarrollan en las empresas y el inspector o supervisor es el único representante del ministerio en la empresa.
Este sistema posee la ventaja de proporcionar a los inspectores una visión global de los problemas laborales, a menudo relacionados entre sí, además de evitar la proliferación de inspecciones
y las consiguientes disfunciones; sin embargo, cabe preguntarse hasta qué punto los inspectores son capaces de cumplir un programa tan extenso, en vista de la creciente complejidad de las cuestiones jurídicas y técnicas.

lunes, 14 de febrero de 2011

Estructura de los sistemas Competencias por sectores de actividad (II)

En 1975 se unificaron los principales servicios de inspección franceses, y el órgano interministerial surgido de la unificación quedó sometido a un mismo reglamento de servicio y a la autoridad del Ministerio de Trabajo. Ese mismo, año, el Reino Unido decidió igualmente unificar, bajo la autoridad de la Comisión Ejecutiva de Salud y Seguridad, los siete servicios de inspección de la salud y seguridad en el trabajo que hasta entonces habían estado adscritos a cinco ministerios diferentes. Con la creación de la Comisión, tanto la Inspección Industrial, como los demás servicios de inspección (y, posteriormente, incluso, los servicios de inspección de las explotaciones de gas y petróleo en la plataforma marina y del transporte público), el Servicio de Asesoramiento de Medicina del Trabajo y los demás organismos oficiales dedicados a la prevención, se integraron en un único servicio, dependiente de un solo ministerio: el de

Empleo. Sin embargo, este ministerio se suprimió en 1995, y la inspección de trabajo depende actualmente del Ministerio del Medio Ambiente, tendencia ésta que también se observa en otros países, como Alemania). El deseo de coordinar el esfuerzo de prevención y de mejora de las condiciones de trabajo en el contexto de una normativa legal crecientemente compleja ha inducido a otros países a centralizar la supervisión del cumpli- miento de las normas de protección de los trabajadores en un único órgano, normalmente dependiente del ministerio de trabajo.

domingo, 13 de febrero de 2011

Comunicaciones informáticas (II)

La capacidad multimedia convierte a la red en un medio de formación importante. En 1996, comenzaron a aparecer en Internet programas de formación sobre salud y seguridad en el trabajo. De las páginas Web de mayor tamaño pueden sacarse programas informáticos para su utilización en este campo. En lo que respecta a otros recursos de información en la red, aumenta el número de páginas de bibliotecas relacionadas con la salud y la seguridad en el trabajo va en aumento. Dado el crecimiento continuo de Internet, es posible que, en el transcurso de la elaboración de esta edición de la Enciclopedia de la OIT, se asista al desarrollo de una “universidad virtual” mundial de SST. Internet ofrece un sistema de correo electrónico global que permite el envío de mensajes privados entre las personas. Asimismo, la red se utiliza cada vez más para la prestación de servicios de correo de voz y videoconferencia.
La mensajería electrónica difiere del correo electrónico. Mediante la primera, todos los miembros de un grupo pueden leer y responder a un mensaje. La mensajería se utiliza en las confe- rencias por ordenador, en las que muchas personas participan en un debate sobre una determinada cuestión. Es una forma barata de crear una red, por ejemplo, de profesionales de la salud y la seguridad en el trabajo que tengan un interés común en un tipo concreto de riesgo profesional.
La transferencia de archivos es un proceso informático básico. En la terminología informática, un archivo es la unidad básica de almacenamiento que permite a un ordenador distinguir un paquete de información de otro. Un archivo puede ser un programa de ordenador, un documento de un procesador de texto, una base de datos completa o un conjunto de registros filtrados obtenido mediante una búsqueda en una base de datos. La transferencia de archivos es el medio que permite a los orde- nadores compartir información. Varios protocolos de transfe- rencia de archivos (FTP) garantizan que los datos no sean modificados durante el proceso. La transferencia de archivos es especialmente importante en la gestión de información sobre salud y seguridad en el trabajo, ya que un servicio de informa- ción que cuente únicamente con un modesto ordenador personal puede recibir todo tipo de información de cualquier lugar del mundo. La transferencia de archivos y los servicios afines suelen constituir el método más eficaz en función del coste para el traslado de información. A medida que mejoran las prestaciones de los ordenadores, aumenta la cantidad y el alcance de la información que puede ser transferida.
Un ejemplo de proceso de transacción en línea consiste en solicitar una determinada publicación a través de un ordenador personal. Otro ejemplo es enviar a un ordenador situado en una ciudad lejana un dato relacionado con un proyecto de investiga- ción que cubre varias regiones geográficas.
Otras formas de comunicación informática que desempeñan un papel cada vez más importante en el campo de la salud y la seguridad en el trabajo son los servicios de solicitud de fax a través de ordenador. El usuario telefonea al ordenador para pedir información específica. A continuación, el ordenador envía la información al fax del usuario.

En general, puede afirmarse que el ordenador no sólo constituye el principal instrumento de la gestión de información, sino que también es el gran inductor de la revolución de la información que sigue cobrando impulso en el ámbito de la salud y la seguridad en el trabajo, al igual que en otras áreas importantes de la actividad humana.

sábado, 12 de febrero de 2011

Comunicaciones informáticas (I)

Las comunicaciones informáticas han dado lugar a la creación de numerosas redes formales e informales que permiten el inter- cambio de información. Estas redes suelen cubrir grandes distancias. Muchas operan a través de la red telefónica normal vía módem. Otras utilizan la comunicación por satélite.
En una red típica, las bases de datos se almacenan en un ordenador (el ordenador de destino), y el ordenador personal (el ordenador de origen) hace la solicitud de búsqueda. La respuesta del ordenador del destino es enviar los datos obtenidos en la búsqueda. Se han desarrollado normas internacionales para garantizar que esta comunicación entre ordenadores se lleve a cabo adecuadamente. Un ejemplo son las normas ISO 10162 y 10163-1 (de 1993), relativas a la búsqueda y recu- peración de información.
En el pasado, las comunicaciones por ordenador requerían equipos grandes y caros. La potencia y la capacidad de los orde- nadores personales actuales son tan grandes que incluso una única persona puede organizar redes desde su oficina o su casa.
La red que permite la conexión de las personas con el mundo de la información es la Internet. En 1996, este servicio se ha convertido en el sistema de comunicación de más rápido crecimiento en toda la historia, y se prevé que existan mil millones de usuarios a finales de siglo. Un instrumento de este crecimiento es la World Wide Web. Este conjunto de herramientas de software simplifican la complejidad de Internet. Gracias a la Web, el usuario no necesita conocer los lenguajes ni los comandos informáticos. Tampoco tiene que depender de los servicios de un profesional de la información, como sucedía en el pasado. La herramienta fundamental para el usuario es el navegador, un programa informático que le permite explorar la red. Mediante su utilización, millones de documentos Web (los recursos de información de la red) son accesibles. Los recursos de la red no sólo están constituidos por texto, sino que también integran presentaciones multimedia completas que incluyen sonido y animación.

viernes, 11 de febrero de 2011

Sistemas de gestión de bases de datos

Los sistemas de gestión de bases de datos (SGBD) ordenan los registros de una base de datos y desempeñan otras muchas funciones importantes de gestión de información, como la búsqueda de determinados registros. Un SGBD es un programa que permite al usuario trabajar con la información almacenada en la base de datos. Por tanto, constituye un elemento esencial en la gestión de la información. Una versión especial de programa DBMS es el gestor de información personal, utilizado en el caso de los directorios telefónicos personales, listas de tareas, agendas de reuniones y otros datos personales.
El concepto de filtro es apropiado para explicar cómo el DBMS estructura una búsqueda. Cada búsqueda puede considerarse como un filtro que sólo permite el paso de los registros que corresponden a un perfil específico. Por ejemplo, el usuario puede solicitar todos los registros publicados sobre asbestos en
1985. La orden de búsqueda será interpretada por el ordenador como una instrucción para filtrar todos los registros que contengan la palabra clave “asbestos” en el título y que fueron publicados en 1985. Una instrucción típica podría ser:
palabra clave en el título = asbestos Y fecha de publicación = 1985
El término Y se conoce como operador Booleano, llamado así en honor al matemático inglés George Boole, que inventó un sistema de lógica algebraica en el siglo XIX conocido como algebra booleana. Otros operadores booleanos utilizados habitual- mente son O y NO. Al usarlos, los filtros de búsqueda pueden conseguir una elevada precisión.

jueves, 10 de febrero de 2011

Principios básicos

Los tres apartados siguientes resumen los principios éticos en los que se basa el Código deontológico internacional para los profesionales de salud en el trabajo, elaborado por la Comisión Internacional de Medicina del Trabajo (CIMT):
El ejercicio de la medicina del trabajo debe ajustarse a las normas profesionales y los principios éticos más estrictos. Los profesio- nales de salud en el trabajo deben contribuir a mantener la salud
y el bienestar social de los trabajadores, individual y colectiva- mente. Asimismo, deben contribuir a proteger la salud del medio ambiente y de la sociedad en general.
Los profesionales de la salud en el trabajo tienen la obligación de proteger la vida y la salud de los trabajadores, respetando la dignidad humana y fomentando los principios éticos más elevados en las políticas y los programas para promover la salud en el trabajo. La integridad en la conducta profesional, la imparcialidad y la protección de la confidencialidad de los datos médicos y de la intimidad de los trabajadores forman parte de estas obligaciones.
Los profesionales de la salud en el trabajo son expertos que deben disfrutar de plena independencia profesional en el ejercicio de sus funciones. Deben adquirir y mantener las competencias necesarias para asumir sus obligaciones y exigir las condiciones que les permitan llevar a cabo sus tareas de acuerdo con la buena práctica y la ética profesional.

miércoles, 9 de febrero de 2011

CODIGO DEONTOLOGICO • INTERNACIONAL PARA LOS PROFESIONALES DE LA SALUD EN EL TRABAJO (IV)

Este código establece los principios éticos para el ejercicio de la medicina del trabajo. Los códigos deontológicos nacionales o las directrices para profesiones específicas pueden facilitar infor- mación más detallada sobre una serie de aspectos concretos. Al final de este documento se citan varios documentos sobre la ética en la medicina del trabajo. Las disposiciones de este código pretenden servir de orientación a todos aquellos que realizan actividades relacionadas con la salud en el trabajo y que colaboran para mejorar el medio ambiente y las condiciones de trabajo. Su propósito es contribuir, en lo que respecta a la ética y la conducta profesional, al establecimiento de unas normas comunes para el trabajo en equipo y el enfoque interdiscipli- nario de la medicina del trabajo.
La decisión de elaborar este código deontológico se adoptó en el Consejo de la CIMT celebrado en Sydney en 1987. Los miembros del Consejo recibieron un borrador en Montreal y a finales de 1990 y principios de 1991 se llevó a cabo un proceso de consultas. El Código deontológico para los profesionales de la salud en el trabajo de la CIMT fue aprobado por el Consejo el 29 de noviembre de 1991. Este documento será sometido a revisiones periódicas. Cualquier comentario que desee realizarse para mejorar su contenido puede remitirse al Secretario General de la Comisión Internacional de Medicina del Trabajo.

martes, 8 de febrero de 2011

CODIGO DEONTOLOGICO • INTERNACIONAL PARA LOS PROFESIONALES DE LA SALUD EN EL TRABAJO (III)

El enfoque de la medicina del trabajo es interdisciplinario e interprofesional. Estos profesionales tienen que asumir numerosas obligaciones y establecer relaciones complejas. Por lo tanto, es importante definir la función que llevan a cabo los profesionales de la salud en el trabajo y su relación con otros profesionales y con los interlocutores sociales en la esfera de la política y el desarrollo económico, social y sanitario. Para ello, es necesario establecer con claridad los principios éticos para los profesionales de la salud en el trabajo y las normas de su conducta profesional.
En general, las disposiciones legales definen los deberes y las obligaciones de estos profesionales. Las empresas son responsa- bles de la salud y la seguridad de sus trabajadores. Cada profe- sión tiene sus responsabilidades que están relacionadas con la naturaleza de sus obligaciones. Cuando se adopta un enfoque interdisciplinario en el que especialistas de distintas profesiones trabajan juntos, es importante que todos ellos se basen en unos principios éticos comunes y que conozcan las obligaciones, las responsabilidades y las normas profesionales de los demás. Los aspectos éticos requieren una atención especial, sobre todo cuando existan derechos que entran en conflicto, como el derecho a la protección del empleo y el derecho a la protección de la salud, el derecho a la información y el derecho a la confidencialidad o los derechos individuales y los colectivos.
Las disposiciones legales definen algunos de los requisitos que deben cumplir los profesionales de la salud en el trabajo y los servicios de medicina del trabajo. Uno de los requisitos básicos para una buena práctica de la medicina del trabajo es la plena independencia profesional, lo que quiere decir que los profesio- nales de la salud en el trabajo deben disfrutar de independencia en el ejercicio de sus funciones para poder emitir juicios y dar consejos sobre la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores de acuerdo con sus conocimientos y su experiencia. Existen unos requisitos básicos para una práctica aceptable de la medicina del trabajo. Algunas de estas normas de conducta se establecen en la legislación nacional e incluyen, en particular, el libre acceso al lugar de trabajo, la posibilidad de tomar muestras
y evaluar el medio ambiente de trabajo, realizar análisis de los puestos de trabajo y participar en las investigaciones después de un accidente, así como la posibilidad de consultar a las autoridades competentes sobre la aplicación de las normas de segu- ridad y salud en el trabajo. Los profesionales de la salud en el trabajo deben tener asignado un presupuesto que les permita desempeñar sus funciones de acuerdo con unas prácticas correctas y el máximo nivel de profesionalidad. Estos recursos deben consistir en personal adecuado, formación y readaptación profesional, apoyo y acceso a información relevante y al nivel jerárquico adecuado.

lunes, 7 de febrero de 2011

Programa de estudios para la formación del personal dedicado a la salud y seguridad en el trabajo

Se expone en las páginas siguientes el contenido detallado del currículo para formar en estas cuestiones a médicos, enfermeros, higienistas y personal de seguridad, tal y como lo recomendó en 1981 el Comité Conjunto OIT/OMS sobre Medicina del Trabajo mencionado anteriormente. En lo que respecta a las materias principales, el Comité recomienda las siguientes:
• Organización de los servicios de salud y seguridad en el trabajo: actividades, legislación y reglamentos
• Medicina del trabajo
• Higiene industrial
• Seguridad en el trabajo
• Fisiología del trabajo y ergonomía, con atención especial a la adaptación del trabajo al hombre, pero también a la adaptación laboral de los discapacitados.
• Psicología de empresa, sociología y educación sanitaria.
Según el perfil de los alumnos, los programas educativos podrán profundizar más o menos en las diferentes materias para satisfacer las demandas de las correspondientes profesiones, tal y como se expone más adelante para las diferentes categorías.
Es difícil exponer detalladamente los contenidos que deberían incluirse en los cursos de SST. Una opinión generalizada es que deberían tener un temario sobre ciencias del comportamiento bastante mayor del que se imparte en la actualidad, aunque siempre teniendo en cuenta la situación sociocultural del país o región para el que se diseñara el curso. Además, no se debe enseñar la SST de forma independiente de los servicios sanitarios generales ni de la situación social en esta cuestión dentro de cada país o región. También deben incluirse en el currículo sobre SST los fundamentos de la gestión empresarial, para mejorar la comprensión de las estructuras y prácticas de las organizaciones empresariales, así como para reforzar las capacidades administrativas de los profesionales de la SST. Asimismo, es recomendable la inclusión en todos los currículos sobre SST de técnicas de comunicación y metodología de la ciencia para realizar investigaciones sobre los problemas de SST y elaborar las soluciones (Phoon 1985b).

domingo, 6 de febrero de 2011

Tipos de programas profesionales: Programas de estudios sancionados por un título (II)

Los cursos sobre SST para médicos varían unos de otros en lo que se refiere a su componente clínico. En el congreso mencio- nado anteriormente sobre la formación de los profesionales de la salud en el trabajo, organizado por la Oficina Regional de la OMS para Europa, se llegó a la conclusión de que “la medicina del trabajo es fundamentalmente una disciplina clínica, y quienes la practiquen deben tener competencia plena en medicina clínica”. También debe resaltarse el hecho de que el diagnóstico de una intoxicación por un producto químico en un trabajador es de naturaleza básicamente clínica, como también lo es la diferenciación entre las “enfermedades profesionales” y otras que pueden ser objeto de un tratamiento diferente (Phoon 1986). En consecuencia, se ha instaurado en todo el mundo la tendencia a realizar prácticas en las clínicas como parte de la formación en medicina del trabajo. En Estados Unidos y en Canadá, por ejemplo, los alumnos realizan un programa de cuatro años como internos y dedican una parte importante de su tiempo a asignaturas como dermatología y medicina del aparato respiratorio, además de otros contenidos exigidos por el currí- culo del Máster en Salud Pública o su equivalente.
La enseñanza formal de la enfermería de empresa varía en las distintas partes del mundo probablemente más que la de los médicos. Estas diferencias vienen motivadas por las variaciones en las competencias y funciones de los enfermeros de empresa. En algunos países se define esta profesión como “la aplicación de los principios de la enfermería a la conservación de la salud de los trabajadores de todo tipo de oficios. Incluye la prevención, el reconocimiento y el tratamiento de las enfermedades y lesiones, y requiere ciertas capacidades y conocimientos especiales en materias como la asesoría y la formación sanitarias, la salud ambiental, la rehabilitación y las relaciones humanas”
(Kono y Nishida 1991). En otros países se entiende que un enfermero laboral es el que trabaja en un equipo interdisciplinario dedicado a la salud en el trabajo, y de quien se espera una completa participación en la gestión sanitaria general, en la prestación de servicios de salud, en el control del medio ambiente, en hacer que se trabaje de una forma sana y segura, y en impartir formación en materias de SST. Sin embargo, una encuesta realizada en Japón demostró que no todos los titulados pertenecientes a una unidad de enfermería laboral desempeñaban todas estas funciones. Tal vez la causa era la falta de comprensión del papel de un enfermero en los temas de SST, además de una formación poco adecuada en ciertas materias
(Kono y Nishida 1991).
Según la American Industrial Hygiene Association, la higiene industrial es la “ciencia y arte que se dedica a reconocer, evaluar y controlar los factores ambientales del lugar de trabajo que puedan causar enfermedades, empeorar la salud o el bienestar o crear de forma apreciable molestias o ineficiencias entre los trabajadores o entre los ciudadanos de una comunidad.” También en el campo general de la higiene industrial se está extendiendo la formación especializada; en ella se incluye la química, la ingeniería, el estudio del ruido, la radiación, la contaminación atmosférica y la toxicología.



sábado, 5 de febrero de 2011

Tipos de programas profesionales: Programas de estudios sancionados por un título (I)


El ejemplo típico de estos programas es el de los cursos que orga- nizan las escuelas de salud pública y otras instituciones similares. La enseñanza superior en salud pública es de creación relativamente reciente. En Estados Unidos, la primera escuela dedicada a este fin se fundó en 1916 en la Universidad Johns Hopkins, y se denominó Institute of Hygiene. En aquella época, la máxima preocupación en materia de salud pública eran las enfermedades contagiosas. Con el paso del tiempo, la educación sobre preven- ción y control de los peligros creados por el hombre, junto con la salud en el trabajo, fueron ganando un mayor protagonismo en los programas de formación de las escuelas de salud pública(Sheps 1976).
Las escuelas de salud pública dan cursos de SST para la obtención de un diploma de postgrado, o para el Máster en Salud Pública, especializados en asignaturas de salud en el trabajo. Normalmente, uno de los requisitos para matricularse es poseer una cualificación de enseñanza de postgrado. Algunas escuelas le dan también mucha importancia a la experiencia profesional previa en temas de SST. La duración de los cursos a tiempo completo suele ser de un año para el diploma y dos para el Máster.
Algunas escuelas forman a todo el personal de SST en cursos comunes, con una posterior especialización en áreas específicas
(por ejemplo, medicina del trabajo, higiene, enfermería de empresa). La formación conjunta es probablemente una gran ventaja, ya que permite a los alumnos de las diferentes disciplinas de la SST comprender las funciones de los demás y adquirir una experiencia del trabajo en equipo.
Las escuelas de medicina, de enfermería y de ingeniería ofrecen, sobre todo en los últimos años, cursos muy similares a los que se imparten en las escuelas de salud pública.
En algunas universidades, aunque no en muchas, se incluyen asignaturas de SST en el plan de estudios básicos. Al contrario de lo que ocurre en los cursos tradicionales de postgrado, en los que la admisión suele estar condicionada a la posesión de un título anterior, estas universidades admiten a alumnos que no tengan más que el bachillerato. Esta nueva modalidad todavía genera muchas controversias. Sus defensores argumentan que con ella se forman profesionales de la SST en más cantidad, en menos tiempo y a un coste menor. Sus adversarios responden que los profesionales de la SST serían más eficaces si su forma- ción en esta materia se fundara en unos amplios conocimientos básicos sobre los que realizar la práctica de la SST, como pudieran ser la medicina o la enfermería del trabajo. El conocimiento de las ciencias básicas puede adquirirse en una especialización posterior, si no se aprendió en su día como parte de la formación universitaria regular.

viernes, 4 de febrero de 2011

Conclusiones: Gestion de discapacitados

Los programas de gestión de la discapacidad y de trabajo de transición constituyen un nuevo paradigma en las actividades de rehabilitación de los trabajadores afectados por enfermedades o lesiones. Se aprecia un desplazamiento del esfuerzo de rehabilita- ción desde las instituciones sanitarias hacia el lugar de trabajo. Proliferan las iniciativas conjuntas de empresas y trabajadores en el campo de la gestión de la discapacidad, que han abierto nuevas

vías y posibilidades de actuación a sindicatos, empresas y profesionales de la rehabilitación de la comunidad.
Los miembros del equipo interdisciplinario de gestión de la discapacidad están aprendiendo a dominar los recursos y tecno- logías existentes en el medio ambiente de trabajo. Las exigencias que se dirigen a la empresa conciernen fundamentalmente a su creatividad, imaginación y flexibilidad para adaptar la actividad de gestión de la discapacidad al medio ambiente de trabajo. La acomodación del trabajo y las posibilidades de realizar tareas de transición han venido a mejorar las posibilidades alternativas de reincorporación gradual al trabajo de los trabajadores con limi- taciones. La modificación de las herramientas, el diseño ergonó- mico de los lugares de trabajo, el empleo de dispositivos adaptados y la modificación del horario de trabajo constituyen otros tantos sistemas eficaces de gestión de la discapacidad que capacitan al trabajador para ejecutar tareas fundamentales. Estas mismas técnicas se pueden aplicar de forma preventiva para determinar y modificar los trabajos susceptibles de provocar lesiones.
La tutela de los derechos de los trabajadores discapacitados constituye un elemento importante de la gestión de la discapa- cidad. Todos los años, miles de trabajadores sufren discapaci- dades de resultas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. Si no existiesen el trabajo de transición y las posi- bilidades de acomodación de los lugares de trabajo, afrontarían un riesgo de sufrir discriminación idéntico al que sufren otros discapacitados. Por consiguiente, la gestión de la discapacidad constituye un eficaz medio de defensa que protege tanto a la empresa como al trabajador discapacitado. Las políticas de gestión de la discapacidad tutelan por igual el acceso del traba- jador al empleo y los intereses económicos de la empresa.
En el decenio próximo, los efectos de la escalada de los costes de la indemnización por accidentes de trabajo se hará sentir profundamente en la comunidad empresarial e industrial de todo el mundo. Sin embargo, ante el reto que esta crisis plantea a la industria, las medidas de gestión de la discapacidad en la industria y los programas de trabajo de transición ofrecen una posible solución. En un contexto caracterizado por la reducción de la fuerza de trabajo, el envejecimiento de la población activa y la creciente mundialización de la competencia, las empresas de los países industrializados deben aprovechar las oportunidades de controlar los costes económicos y humanos de las lesiones y discapacidades. Su éxito será una función de la medida en que logren generar actitudes positivas en los directivos y los representantes de los trabajadores, al tiempo que crean una infraestructura capaz de sustentar los sistemas de gestión de la discapacidad.

jueves, 3 de febrero de 2011

Elementos básicos de un sistema óptimo de gestión de la discapacidad (II)

Suelen producirse disfunciones en la asignación y delegación de funciones para la solución de los problemas de discapacidad. Las nuevas tareas se deben asignar con criterios que aseguren la adecuada coordinación del proceso, desde la producción de la lesión hasta la reincorporación al trabajo. Este elemento relativo
a los recursos humanos implica la posesión de conocimientos y destrezas o de una formación que permitan a los directivos y supervisores desempeñar las funciones asignadas. La responsabilidad es un concepto esencial que se ha de incorporar a la estructura de organización del programa de gestión de la disca- pacidad de la empresa.
El segundo elemento de un sistema óptimo de gestión de la discapacidad son las operaciones. Se incluyen en este concepto ciertos servicios, actividades y actuaciones que se producen antes, durante y después de la ocurrencia de la lesión. Entre los elementos anteriores a la lesión figuran unos programas eficaces de seguridad, la prestación de servicios ergonómicos, los métodos de selección previa a la colocación, los programas de prevención de siniestros y los comités paritarios. Todos ellos son de carácter preventivo y pueden incluir servicios de promoción de la salud y el bienestar, como los programas para la pérdida de peso, los grupos para estimular el abandono del tabaco y las clases de aerobic.
Entre los elementos coetáneos con la producción de la lesión hay que mencionar las políticas de actuación precoz, los servi- cios de gestión de casos, los programas formales de trabajo de transición, la acomodación de los lugares de trabajo, los programas de asistencia a los empleados y otros servicios de salud. El objetivo de estas actividades es solucionar los problemas de discapacidad que no han podido prevenirse antes de la lesión.
Los elementos que se desarrollan con posterioridad a la lesión en los programas óptimos de gestión de la discapacidad conciernen a los servicios de retención de los trabajadores, creados para facilitar la adaptación de éstos a las exigencias de los puestos, dentro de sus limitaciones físicas o mentales y en el marco de las condiciones ambientales. Esta fase de la actividad debe comprender igualmente la evaluación de los programas, la gestión financiera para lograr la eficacia en función del coste y la mejora de los programas.
El tercer elemento integrante de un sistema óptimo de gestión de la discapacidad son las comunicaciones, incluidas, tanto las inte- riores como las exteriores. En el ámbito interno, los aspectos operativos del programa de gestión de la discapacidad en la empresa se deben difundir de forma precisa y sistemática entre los trabajadores, supervisores, directivos y representantes de los trabajadores. Los documentos, procedimientos y políticas rectores de la actividad de reincorporación al trabajo se deben difundir en comunicaciones elaboradas por la dirección y la representación de los trabajadores.
Las comunicaciones externas permiten estrechar las rela- ciones de la empresa con los médicos ocupados del tratamiento, los gestores de siniestros, los prestadores de servicios de rehabilitación y los administradores de los sistemas de indemnización por accidentes de trabajo. La empresa puede contribuir a una pronta reincorporación al trabajo facilitando a los médicos una descripción funcional de los puestos de trabajo, de las medidas de seguridad en el trabajo y de las posibles opciones de trabajo de transición para los trabajadores lesionados.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Elementos básicos de un sistema óptimo de gestión de la discapacidad

Un sistema óptimo de gestión de la discapacidad en la empresa se compone de tres elementos básicos (Shrey 1995, 1996). En primer lugar, unos recursos humanos. Un aspecto esencial de este elemento es la creación de un equipo interno de gestión de la discapacidad. Se prefieren los equipos paritarios, normalmente integrados por representantes de los sindicatos y de las divisiones de gestión de riesgos, salud y seguridad en el trabajo, operaciones y gestión financiera. He aquí algunos criterios básicos aplicables a la selección de los miembros de ese equipo:
• capacidad: conocimiento de las operaciones de la empresa, de las relaciones laborales, de los recursos internos y externos y de la cultura empresarial;
• influencia: capacidad para inducir modificaciones en el proceso de toma de decisiones de la dirección;
• liderazgo: capacidad para ganarse el respeto de los trabajadores, supervisores y altos directivos;
• creatividad: capacidad para adoptar iniciativas proactivas que funcionen a pesar de las dificultades;
• compromiso: criterios profesionales congruentes con la misión
y los principios de la gestión de la discapacidad;
• motivación: capacidad para motivarse y para motivar a otros a identificarse con los objetivos del programa.

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